COLUMNISTAS

Necios por el voto popular

Andrés Manuel López Obrador y su Cuarta Transformación de la Nación de manera extravagante e incoherente pretenden el que se designen Ministros de la Suprema Corte de Justicia mediante el voto popular. Según ese incorrecto pensar, todas esas designaciones a futuro próximo serán de libre elección mediante el sufragio de su pueblo sabio y supuestamente ilustrado. Esas togas de impartición de justicia que intentarán actuar de acuerdo a los pensamientos ilógicos o anormales  y los que apartados de la razón, deberán seguir el pensar de quien actúe como Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. Vaya irracional manera de gobernar.

Al respecto, si aún viviera Quinto Horacio Flaco, con seguridad repetiría con perfección absoluta: “Praetulerim delirius inersique videri, dum mea delectent mala me vel denique fallant quam sapere”, lo cual traducido a castizo lenguaje quiere decir: “Prefiero pasar por necio y estúpido con tal de que mis faltas me den placeres e ilusiones, que ser sabio”.

Además, el primer Magistrado de la Nación, con su enfermizo e insalubre propósito de operar filtros y controles en el Poder Judicial Federal, previamente a ese sufragio popular, con toda seguridad exigirá una declaración de “idoneidad” a los aspirantes a ser ministros, para que ellos cumplan con las ocurrencias y caprichos de la gobernanza de su Cuarta Transformación de la Nación.

Como se ha escrito, la exasperada pretensión de control hacia el Poder Judicial Federal y el fortalecimiento de sus “ocurrencias” dejarían a esas togas reducidas a actuar de manera pulcra, docta e independiente, a cambio, redactarían resoluciones poco más que ilegales y anticonstitucionales. En general dejarían de ser imparciales y rectas, adhiriéndose en todo lo posible a contaminaciones políticas y/o delictivas.

Para el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) esto es precisamente lo deseable para gobernar a sus anchas. Que esas togas de dignidad (algunas) no dicten sentencias que afecten a la delincuencia política y puedan con ello, ser sumisas e indignas.

Esas pretensiones de Andrés Manuel López Obrador y su Cuarta Transformación de la República, jamás deberán de llegar a ser una realidad un desiderátum. Si el Poder Ejecutivo Federal rechaza las opiniones de togas libres e independientes, sino confía en ese Poder Judicial Federal, si no se atrevió a ordenar una investigación para detectar las togas de insalubridad y corrupción que afectan la Soberanía Nacional, las cosas jurídicas y políticas seguirán afectando por desgracia a nuestra República.

Ello nadie lo entiende, ni quiere entender.  

Es cuánto.