Monreal, cómplice de la corrupción en la Corte
Por José Lima Cobos
Ricardo Monreal, coordinador de los senadores de Morena en el Senado de la República, antes de solicitar licencia para participar en el evento democrático para seleccionar a quien tendría a su cargo la coordinación del proyecto político para continuar con la transformación de las condiciones inhumanas e injustas en que se ha movido la nación, tendiente, esencialmente, a atacar y desterrar la corrupción que ahoga al país, subió a la tribuna para dar cuenta de los privilegios y extravagancias en que se mueven los once ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con el uso indebido de los recursos que recauda la Hacienda Pública, pensé que con ello se abría la posibilidad de llamarlos a cuenta, pues no admito que en un país con tantas carencias y necesidades se acepten que los privilegios y sobre todo, se consoliden, en ese poder que dice y presume de ser guardia, custodia y vigilante escrupuloso de la Constitución General de la República que horma y norma la conducta de todos los mexicanos.
Pero oh sorpresa, todo se quedó en la alharaca, es más el mero escándalo y trascendió para nada, solo que aparece en el diario de los debates del Senado, para quienes busquen en la historia que, un día, un senador de la República puso en el banquillo de los corruptos de este país a once senadores que, sin inmutarse, siguen en sus respectivos encargos para seguir medrando y saqueando al país.
Si todo aconteció con motivo de la desaparición del manejo de varios fidecomisos que de manera atentatoria contra la ley que dispone que los recursos de subejercicio tendrán que devolverse a la Hacienda Pública para que se distribuyan en el país, sin embargo, siendo jueces y parte, ahora se oponen a que tal hecho acontezca sin conocer en que se sustente, pero como dice Don Chanito, ya se conocerá y ahora que retorna al senado Monreal y quiere reelegirse, ya se verá si se le apoya para que ahora si, cumpla con su deber y deje de ser cómplice de la corrupción.
Por de mientras, ahí quedan las cosas y ya se verá que sucede, si se mantiene la corrupción en la Corte, o se le limpia, porque la Constitución y sus leyes, dan cuentan de que eso se puede impedir y si no se hace nada, en el pecado, llevaremos la penitencia.