China, Rusia, Argelia y Turquía unidos para reestructurar la deuda de Cuba: Presidente Díaz-Canel
LA HABANA, CUBA. China, Rusia, Argelia y Turquía se comprometieron a reestructurar la deuda de Cuba, proporcionar nuevos financiamientos para el comercio y las inversiones, así como aliviar la crisis energética de la isla, informó ayer el presidente Miguel Díaz-Canel.
Cuba tiene que recuperarse de una caída de la producción durante la pandemia y de problemas que van desde apagones hasta escasez de alimentos, medicinas y combustible.
La situación ha hecho que la deuda de La Habana con socios de empresas conjuntas y proveedores se dispare, lo que ha llevado a algunos inversionistas a dejar de hacer negocios con la isla, excepto en efectivo, según fuentes comerciales y diplomáticas extranjeras con conocimiento de transacciones recientes, señaló la agencia Reuters.
La deuda externa actual de Cuba es considerada secreto de Estado. Antes de la pandemia, en 2019, la nación caribeña reportó un adeudo de 19 mil 600 millones.
Encontramos acciones concretas para restructurar la deuda que teníamos con esos países, lo que nos deja con facilidades de pago que nos permiten avanzar”, comentó Miguel Díaz-Canel en la televisión estatal
Ni Cuba ni los cuatro países proporcionaron más detalles.
LA AYUDA
El gobernante cubano mencionó el domingo que Argelia y Rusia acordaron proporcionar algunos suministros regulares de petróleo, además de las cantidades reducidas que llegan del aliado Venezuela, pero no dio cifras. Añadió que consiguió acuerdos para reparar centrales eléctricas decrépitas y financiar el desarrollo de la energía eólica y solar.
Jorge Piñón, del Energy Institute, en Texas, aseveró que los acuerdos no cambian el panorama. “Los problemas son estructurales, lo que requiere dos cosas que Cuba no tiene: tiempo y dinero”, expuso.
En otro asunto, el ministerio cubano del Interior informó de la colisión de una lancha rápida en que viajaban migrantes con un vehículo de la Guardia Costera de la isla en la que murieron siete personas, y aseguró que no se trató de una embestida de los uniformados.
El suceso acaparó la atención debido a que en redes sociales se acusó a la Guardia Costera cubana de embestir al barco, en el contexto de una crisis migratoria récord de isleños que buscan llegar a Estados Unidos.
El gobierno explicó que al tratar de huir la lancha perdió el control y se interpuso al guardacostas que trataba de identificarla.