César Verástegui, Tamaulipas polvorín electoral
<< Nadie quiere ceder ante una batalla electoral a muerte, donde están de por medio cárcel y desprestigio >>
Por Ángel Álvaro Peña
La prepotencia de quienes consideran que pueden comprar todo con dinero suelen chocar con la realidad y cambiarse la suerte por adelantar vísperas. En el camino se llevan entre las patas al INE, ex consejeros electorales y al tribunal electoral, burlando la voluntad popular expresada en las urnas.
El vocero del candidato a la gubernatura César Truko Verástegui Ostos, declaró, en una reunión de panistas que el miércoles será invalidada la elección donde ganó el morenista Américo Villarreal Anaya, quien tiene programado rendir protesta en el primer minuto del 1 de octubre.
El intento de salida del gobernador de Tamaulipas se ha complicado desde hace varios meses y se ha echado mano de todas las instancias habidas y por haber para impedir que un partido diferente al que se encuentra gobernado llegue a la gubernatura.
Ahora, el escándalo en la alianza opositora pareciera cerrar un ciclo de artimañas dedicadas a que el gobernador saliente no sólo llegue a buen término con su sexenio, sino que no haya obstáculo para que pueda descansar tranquilo luego de su gestión.
En el camino se han comprado diputados locales, federales, últimamente hasta columnistas que interpusieron estados de cuenta del Banco de Holanda falsos, donde señalaban que el hijo de Américo Villarreal tenía depósitos millonarios que provenían del crimen organizado. Al solicitarse oficialmente esos estados de cuenta se llegó a la conclusión de que eran falsos. Todo esto fue asentado como cierto por un columnista en un diario de circulación nacional.
Los empeños para que la salida del gobernador actual sea lo más limpia posible, antes de la medianoche del último día del mes, han sido registrados por los medios y no tiene precedente en la historia del país.
Si en realidad existió esa compra de voluntades de los magistrados del Tribunal Electoral, se verá muy burda la maniobra, porque dicho funcionario del PAN en la entidad, pareciera que actúa contra los supuestos acuerdos que seguramente tendrían dinero de por medio y, de ser cierto, los magistrados no se arriesgarían a perder sus cargos por la cantidad que fuera, porque prácticamente quedarían sin credibilidad como personas y como institución.
Américo Villarreal Anaya demandó la semana pasada al TEPJF para que se pronuncie de una vez para validar la elección, pues cuando faltan escasas horas para que rinda protesta, todavía son analizadas las impugnaciones, como si se tratara de ganar tiempo, y aún no hay certeza sobre su triunfo en las urnas.
En las últimas semanas pudo apreciarse que dos diputadas locales de Morena se pasaron a las filas del PAN para votar en contra del desafuero del actual gobernador, después, esas mismas diputadas regresaron a Morena, y fueron recibidas con los brazos abiertos porque ellas son las que inclinan la balanza de la mayoría en el Congreso de Tamaulipas.
También se ha apreciado que un ex consejero electoral está al servicio del gobernador salientes y del candidato de la alianza opositora y tiene como objetivo utilizar toda su experiencia en evitar que Américo Villarreal llegue a tomar posesión.
Así, se han falsificado documentos, comprado y vendido inmuebles para despistar a la justicia, lo cierto es que hay varias denuncias penales contra el gobernador saliente, entre las cuales se encuentran los delitos de lavado de dinero, peculado, asociación delictuosa entre otras. Todas ellas levantadas cuando Santiago Nieto encabezaba la Unidad de Inteligencia Financiera, que ahora preside Pablo Gómez.
Pero Américo Villarreal contrató a Santiago Nieto para que encabezara el equipo de transición, con miras a que se convierta en el fiscal de Tamaulipas en los próximos meses.
La guerra de demandas, críticas, cuestionamientos, verdades y mentiras que se lanzan entre el gobernador saliente, el candidato perdedor y el ganador de Morena, Américo Villarreal hace de la política el país una muestra de las formas que tienen algunos jueces de ponerle precio a sus fallos, ya sea por órdenes superiores o simplemente porque les llegan al precio.
Desafortunadamente se trata de una entidad federativa donde más de un exgobernador está en la cárcel y el resto han sido señalados como cómplices de delincuentes peligrosos. El propio padre de Américo Villarreal, del mismo nombre, tuvo problemas de ese tipo cuando fue gobernador del PRI.
De ser cierta la presunción sobre el “arreglo” de los magistrados electorales para tumbar la elección de gobernador, se convertiría no sólo en un escándalo mediático sino que polarizaría a la sociedad tamaulipeca, y obligaría a enfrentamientos donde muy posiblemente intervenga la sociedad.
Estamos a unos días de la toma de posesión, en una espera donde todavía no se aclara nada y el suspenso está exactamente igual que el día de la jornada electoral. Y aunque hubo una gran diferencia de votos a favor de Morena, se ha peleado desde hace semanas que fueron pagados y realizados por el crimen organizado y por eso contrataron al ex consejero Marco Antonio Baños, para que compruebe dicha versión.
Las sospechas de un Tribunal Electoral poco ético ya surgieron y no precisamente por los rumores de que compraron su voluntad sino por la tardanza para dar a conocer su fallo irrevocable. En el PAN de la entidad hay mucho entusiasmo porque el rumor sobre la compra de magistrados dio oxígeno a los ánimos caídos de quienes insisten que debe repetirse la elección.
“Lo digo por conocimiento de causa, la verdad, y porque he estado presente y créanme que hay muchas posibilidades de que se caiga la elección y que podamos volver a trabajar juntos en varios meses con nuestro mismo candidato, con nuestro mismo equipo, y si Dios quiere ahí nos vamos a ver, si Dios quiere ahí nos vamos a ver”, agregó el simpatizante del candidato panista.
Estos serán los cinco días más largos de la historia de Tamaulipas, frente a una justicia electoral trasnochada y con poca o nula credibilidad, un par de partidos en contienda, cuya trayectoria no es del todo limpia, dos candidatos que se dicen vencedores y un gobernador saliente que quiere darse baños de pureza y para ello es capaz de comprar a todo el que se deje.
Los medios el INE, el tribunal, los jueces, los candidatos, los partidos están en el banquillo de los acusados y tratándose de Tamaulipas no hay víctima inocente en este proceso.