COLUMNISTAS

Naturalizando a Nahle

 

Por Luis Ramírez Baqueiro

 

 

“Como la dicha de un pueblo depende de ser bien gobernado, la elección de sus gobernantes pide una reflexión profunda”

– Joseph Joubert –

 

La Constitución Política del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave, en su capítulo III denominado del Poder Ejecutivo en su Artículo 43 señala:

Para ser gobernador del Estado se requiere:

  1.  Ser veracruzano en pleno ejercicio de sus derechos;
  2. Contar con residencia efectiva en la Entidad de cinco años inmediatos anteriores al día de la elección;
  3. Tener por lo menos treinta años cumplidos al día de la elección;
  4. No ser servidor público del Estado o de la Federación en ejercicio de autoridad. Este requisito no se exigirá al Gobernador interino ni al sustituto;
  5. No ser militar en servicio activo o con mando de fuerzas;
  6. No pertenecer al estado eclesiástico, ni ser ministro de algún culto religioso, a menos que se separe de su ministerio conforme a lo establecido por la Constitución Federal y la ley de la materia; y
  7. Saber leer y escribir y no tener antecedentes penales por la comisión de delitos realizados con dolo, exceptuando aquellos en los que se hayan concedido los beneficios de conmutación o suspensión condicional de la sanción.

La prohibición para los servidores públicos mencionados en las fracciones IV y V, no surtirá efectos si se separan de sus cargos noventa días naturales anteriores al día de la elección, o a partir del quinto día posterior a la publicación de la convocatoria para la elección extraordinaria.

Ante ello, cientos de mexicanos y veracruzanos por vecindad han quedado a lo largo de la historia de la entidad impedidos de ser gobernadores de su estado, y es que debemos decirlo, desde los tiempos del gobierno de Miguel Alemán Velasco, el hablar del origen y vecindad se convirtió en tema, inclusive Radio, Televisión de Veracruz (TVMás) llegó a tener un slogan que decía, “veracruzano es todo aquel que escucha y disfruta Radio y TV Más”.

Y en cierta forma resultaría ser cierto. Pues por increíble que parezca, veracruzanos han tenido posibilidad de ser gobernadores de otras entidades e inclusive secretarios de Despacho en otras regiones del país, sin que su origen provocará conflictos.

Al final de toda la nacionalidad es un asunto que nos identifica a todos, somos mexicanos y eso sería lo que debería de imperar, pues nadie está exento del lugar y origen de nacimiento, pero mucho menos de donde decidan tus padres o el destino echar raíces.

Aun así, el tema sigue causando un cierto malestar en un segmento poblacional que reprocha digamos la denominación de origen para la o el personaje que encabece los destinos de un estado.

Quizá por ello, la propuesta que será presentada este jueves en el pleno del Congreso del Estado de Veracruz tendrá origen de residencia, y si, será la diputada Magaly Armenta Oliveros, representante del distrito XXVI con cabecera en Cosoleacaque quien solicite hacer efectiva una modificación constitucional basada en la sentencia JDC-23-2016 promovida precisamente por la misma senadora con licencia Rocío Nahle García, quien siendo legisladora en el año 2016, consultó la posibilidad mediante un juicio al Organismo Público Local Electoral (OPLE).

El periodista Iván Calderón el pasado 11 de mayo de este año, dio cuenta de ello en su Columna Perfilando, al señalar que fue el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en su sala Regional, la que instruyó al OPLE a dar una respuesta más amplia al cuestionamiento de la propia Rocío Nahle García.

La pregunta al OPLE era elemental: ¿si casada con un veracruzano, con hijas veracruzanas y con más de 30 años de residencia comprobable en la entidad podría ser, en sentido estricto, candidata a Gobernadora?

La respuesta del TEPJF se basó un estudio de “fondo legal sobre los requisitos de elegibilidad, analizando la Constitución, así como el Código Electoral y anteponiendo el derecho universal que tiene todo ciudadano de “votar y ser votado”, la Sala Regional le ordenó al Organismo Electoral le contestara palabras más, palabras menos a Rocío Nahle que si puede ser candidata a la Gubernatura de Veracruz”, afirmó el periodista Calderón.

Así que lo que se realizará mañana será netamente darle certeza constitucional a un tema analizado y discutido ya por el máximo Tribunal Electoral del país, para con ello, garantizar a cualquier persona, no nacida en Veracruz, pero con residencia superior a 5 años, poder acceder al concurso de la democracia en representación de su lugar de vecindad.

Claro está que, para esta encomienda, el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Juan Javier Gómez Cazarín no podía confiarse de cualquiera, decidiéndole el encargo a alguien de suma confianza como lo es la diputada Magaly Armenta, quien desde el sur ha venido fortaleciendo a Morena con lealtad y energía, para ser ella, quien pase a la historia, como la legisladora que propuso acabar con la denominación de origen para ser candidato en Veracruz.

La naturalización de Rocío Nahle y cualquier otro veracruzano por vecindad era cosa de tiempo nada más.

 

 

Al tiempo.

 

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