NACIONAL

El Mecanismo pide auxilio

 

<< Ahora quiere que la sociedad le ayude a proteger a los periodistas y solicita un voto de confianza de éstos >>

 

Por Ángel Álvaro Peña

Si a alguien le interesa rescatar al Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas de las garras su Junta de Gobierno es al propio Mecanismo. Porque el burocratismo y el sabotaje que existe en ese grupo pareciera atentar contra la integridad de los comunicadores y sus muertes continuas lo ratifican.

Mientras el Mecanismo no tenga conciencia del daño que implica continuar con los funcionarios que integran la Junta de Gobierno no podrán darse cuenta de que están secuestrados por el enemigo, que, sin duda, está en casa.

La Junta de Gobierno es tan frágil que debió allegarse a un grupo de organizaciones de comunicadores, religiosos, ecologistas, migrantes refugiados, etc., que solicitan un voto de confianza al deficiente grupo burocrático como si se tratara de personas dignas de darle una oportunidad, eso implica que sigan trabajando en la extinción de los periodistas.

En una carta de apoyo a los integrantes de la Junta de Gobierno se señala: “Que la Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, establece, en su artículo 4, que La Junta de Gobierno es la instancia máxima del Mecanismo y principal órgano de toma de decisiones para la prevención y protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas”.

Esto quiere decir que la responsabilidad recae en esa gente, la mayoría heredada del sexenio anterior que no escucha a nadie y sólo impone su criterio. En la carta firma da por esas agrupaciones solicita no sólo apoyo a la Junta de Gobierno, sino que convoca a la sociedad civil a integrarse a transformar el esquema del mecanismo.

Si en este momento la Junta de Gobierno del Mecanismo es incapaz de escuchar a sus protegidos y hace caso omiso de sus diferentes necesidades que surgen en la práctica y la cotidianeidad de los comunicadores que están bajo su protección, menos puede escuchar a una sociedad que desde afuera puede tener mucho interés, incluso buenas ideas, pero no está en el campo de batalla de los periodistas, desconoce los peligros que acecha en cada trabajo. como tampoco lo está ningún miembro de esa Junta de Gobierno.

Nunca se ha visto a ninguno de los integrantes de la Junta de Gobierno acudir al lugar del asesinato, al estado donde se perpetró un crimen, a la región donde hay más amenazas. Eso pareciera no ser parte de su trabajo.

 

LA PETICIÓN

Los comunicadores que están bajo su protección tienen una petición que nunca se ha escuchado siquiera: que el Mecanismo tenga un esquema de prevención y no de agencia funeraria. Ningún miembro de la Junta de Gobierno se ha acercado al drama de las familias que implica un asesinato del periodista de la casa. Se limitan a enviar una carta lamentando el hecho. La insensibilidad, la burocratización, la ineficacia, la irresponsabilidad y todo lo que esto implica los convierte en cómplices, porque la impunidad inicia cuando el crimen no se evita.

A buena parte de los periodistas asesinados en los últimos meses le se comprueba que estaban bajo la protección del Mecanismo, no hay sentimiento de culpa, ni amonestación, si despidos. Nada.

Hace unos días la oficina y domicilio de Jesús Humberto González Deleija, fotoperiodista de El Mañana de Reynosa, y conductor del programa radiofónico La Comezón de la Raza, fueron allanadas por sujetos desconocidos en Reynosa, Tamaulipas. El periodista, fue víctima de agresiones tanto por autoridades como por presuntos integrantes de la delincuencia organizada desde 2018, es beneficiario del Mecanismo Federal de Protección a Personas Defensoras y Periodistas.

Jesús Humberto se percató que en su oficina había desaparecido una mochila con su computadora. Posteriormente fue notificado que el portón de su domicilio fue abierto. El periodista ratificó el delito.

Este tipo de hechos nunca tuvo una respuesta del Mecanismo. Es decir, la Junta de Gobierno no reaccionó por el hecho; sin embargo, ahora organizaciones que conforman al colectivo Espacio OSC, observan que se le debilita y quieren impedirlo. Aunque el colectivo asegura estar integrado por algunas personas bajo su protección, se trata de una minoría de las 1,455 personas.

Los estados en donde más personas se encuentran protegidas por esta organización son Ciudad de México, con 196 de los cuales 91 son mujeres (23 periodistas) y 105 hombres (73 comunicadores); Oaxaca, con 137 de los cuales 62 son mujeres (3 comunicadoras) y 75 son hombres (15 periodistas); Guerrero, con 111 en el cual 47 mujeres (17 reporteras) y 64 hombres (37 comunicadores).

También aparecen en la lista entidades como Michoacán, con 103 personas; Chiapas, con 98; Veracruz, con 88; Jalisco, con 81; Estado de México, con 80; Quintana Roo, con 65; y Tamaulipas, con 63, entre otros.

Los estados en donde el ser periodista no se corre un alto “riesgo” son Zacatecas y Colima, que no presentan ninguna persona bajo protección del mecanismo; mientras que entidades como Jalisco y Durango, cuentan con un comunicador bajo protección; Nuevo León y Nayarit, con dos; Querétaro y Aguascalientes, con 4; Chiapas y Campeche, con 5; Yucatán, Tlaxcala, Tabasco y Baja California, con 6.

Es precisamente en el interior del país donde hay excesos impunes como el sucedido en el municipio de Puerto Morelos donde el secretario de Seguridad Pública, Alfredo Edgardo Valdez de León, el 19 de mayo pasado opinó sobre un periodista del lugar que había denunciado amenazas y soltó desde lo profundo de su sentir: “Por algo los matan”. Esta persona ya había enviado a sus agentes a amedrentarlo. El Mecanismo ni siquiera pestañeó.

Cómo defender un cáncer que debe extirparse, si es la Junta la que lastima a la sociedad y al Mecanismo; sin embargo, la perspectiva de otros periodistas que seguramente no han sido amenazados ni corren peligro se expresa como si estuvieran de por medio bolillos o piedras y no seres humanos.

En esta petición de apoyo a la Junta de Gobierno el más indignado es el Presidente de la República, quien cada vez que asesinan a un periodista en territorio mexicano debe dar la cara, y asegura que va a cambiar, que se está investigando que hay confianza en hacer justicia, mientras el Mecanismo continúa demostrando su incapacidad y falta de humanismo. Debe ser vergonzoso para el Ejecutivo decir que se está instruyendo la investigación cuando nadie hace nada por llevarla a cabo. El Mecanismo no escucha ni al Presidente y quieren estos grupos implicar a la sociedad para cambiarlo.

Si la Junta de Gobierno del mecanismo se ha debilitado es por su propia incapacidad porque ha demostrado en cada caso que a pesar de la crudeza de los asesinatos sólo extiende pésames lamentos y pésames, lo que ni siquiera es capaz de dar personalmente sino a través de una carta que pareciera una burla a la familia del comunicador cuya vida debieron cuidar.