COLUMNISTAS

EL CONTEXTO PRE ELECTORAL

POR RICARDO HOMS

Estamos a unos cuantos días de la elección presidencial y la renovación de algunas gubernaturas y de legisladores.

El contexto se empieza a endurecer y el clima de opinión se polariza aún más. Lo que iba ser un mero trámite, -según la candidata Claudia Sheinbaum y el presidente López Obrador, parece ser que está empezando a generar preocupación en los altos niveles jerárquicos del gobierno y de Morena.

Las encuestas están disparatadas, pues no coinciden las cifras. El nerviosismo presidencial envía señales de preocupación, lo cual indica que la elección hoy es un volado con una moneda aún en el aire.

Lo que sí es un hecho, es que aunque lo que está en juego es el modelo de país, pues la candidata del oficialismo promete la continuidad de lo que día a día vemos, -un país cada vez más violento y un gobierno cada vez más centralista y controlador-, mientras la candidata opositora garantiza el respeto a las instituciones independientes y al estado de derecho.

Por otra parte, al candidato Maynez lo vemos en un lejano tercer lugar, soñando con que Xóchitl decline y él se acerque a la posibilidad de capitalizar un milagro.

Sin embargo, es un hecho que ésta no ha sido una campaña de propuestas, -en la que se ofrezca una visión del país donde todos queremos vernos-, sino una campaña de descalificaciones, que no entusiasma, sino que exacerba los ánimos y polariza al país.

Y la violencia de los grupos criminales en contra de candidatos y quienes les rodean, genera temor y miedo.

La promoción del voto es fundamental y se espera una participación ciudadana fuerte.

Sin embargo, la calidad de nuestra democracia está en descrédito. No es ya el modelo que hemos idealizado durante los últimos cincuenta años. Incluso está siendo manipulada por lo más reaccionario y populista de nuestra sociedad.

Las redes sociales hoy permiten el manejo emocional de las campañas  y por ello frivolizan la competencia electoral.

Las peores dictaduras de Latinoamérica, -así como la rusa-, se siguen manteniendo haciendo un gran montaje donde el gobierno en turno siempre capitaliza las ventajas a partir de controlar los órganos electorales.

Quizá la mayor responsabilidad que nos está tocando vivir hoy es mantener viva esta maltrecha democracia y con calma ir perfilando lo que va a sustituirla manteniendo viva su esencia y sus valores.

La democracia hoy se sustenta en el voto manipulable por quienes tienen la capacidad económica para persuadir a las grandes masas y en México, -a través de la dependencia que generan los programas sociales asistencialistas-, se genera ese control gubernamental.

Si bien este es un modelo de control generado desde las épocas del viejo PRI, este gobierno de las 4T lo ha llevado hasta su máxima expresión.

Es cierto que esta manipulación representa un modo suave de mantener la vinculación con el electorado y generar control. Sin embargo, hoy necesitamos blindar el modelo para que responda no sólo a los retos de hoy, sino también a los del futuro.

¿Y a usted qué le parece?