COLUMNISTAS

Pérez Dayan, exótico ministro de la Suprema Corte

 

Por José Lima Cobos

El exótico ministro Lasallista Alberto Pérez Dayán, que integra la segunda sala de la Suprema Corte de Justicia,  —de seguro que no sorprendió a nadie— cuando expresó que es una idea exótica la existencia de un juez democrático, obviamente por ha vivido en un país donde durante muchos años se simuló de que existía la democracia y sobre todo, conocía, que los cargos más importante que existen en este país, a nivel gobierno de la República radicaba o provenían y aún radican —en la voluntad de un solo hombre, como es el Presidente de la República—,  que se llegó a llamarlo, no jefe de Estado, sino de las instituciones nacionales, es decir, abarcando los tres poderes —Legislativo, Ejecutivo y Judicial— con obediencia ciega de todos y el Estado Mayor Presidencial era tan o más poderoso que el Secretario de Gobernación.

 

DAYÁN Y CALDERÓN

Por lo mismo, debe parecer extraño que el hombre que hoy pretende gobernar el país de manera democrática, por ser el mismo expresión de esa voluntad ciudadana, que   ya no quiere que los ministros de la Suprema Corte de Justicia respondan a la voluntad  cerrada del Presidente, sino que se elijan, en voto directo y secreto, por todos los mexicanos porque, para ilustrase un poco, Alberto Pérez Dayan, proviene de la única voluntad —el aval del Senado de la República en mero formulismo— que le tocó decidir que se llama Felipe Calderón y para que no nos engañemos, es el que dejó la guerra que hoy se vive, ante su política de acabar con el crimen y solo exasperó más ls situación, a grado tal que por eso estamos en las condiciones en hoy nos desenvolvemos.

 

 

Por cierto y para que no se olvide tampoco, Pérez Dayan juró guardar y hacer guardar esa Constitución que rige al país y que en su reforma al Artículo 127 constitucional precisó que nadie debe ganar más que el Presidente de la República y que al recibir la toga y su birrete de manera silenciosa empezó a violarla y más ahora que, empoderados, se creen el supremo poder de la nación sin reflexionar que son la expresión de la criminalidad e impunidad que impera en el país y desde el poder judicial se alimenta, pues si nadie debe ganar más que el presidente, éste y los demás ministros que son once, están en contra de esa reforma y en el agandalle brutal están en la vergüenza pública, dando margen a que se les señale como asaltantes o atracadores de los bienes de la nación.

Ahí esta el caso, por ejemplo, lo que dice el Artículo 105 Constitución que la Suprema Corte de Justicia conocerá de las controversias y acciones de inconstitucionalidad, de acuerdo con su ley reglamentaria que de manera estricta prohíbe que se conceda la suspensión de una ley, por ser de orden público e interés social, este ministro concedió  la suspensión de reformas a leyes  electorales, que si es contraria a la Constitución, pues el hecho de ser un tribunal constitucional no su exime de su observancia y sumisión sin ir más allá lo que la misma, como podría la aplicación retroactiva de una ley.

 

“NADA NOS VA A DOBLAR”

Al presumir este ministro cuando afirma “estamos fuertes, nada nos va a doblar” y descalifica  expresando “el juez demócrata siempre me había resultado una idea exótica y bajo la perspectiva de lo que hoy se dice, pues parece difícil entender que en un sistema donde el derecho sea la constante de la convivencia, y las normas las reglas de su conducta, el juez pueda llegar a acceder a esos cargos  a través de una elección popular”, desdeñando que el propósito no sea la oscuridad ,de dos poderes que se reparten esos cargos, si quiere el presidente porque solo puede presentar la propuesta y aumentar la complicidad y tráfico de influencia o el nepotismo que ha permeado al poder judicial y casos elocuentes, como el ministro Góngora  Pimental  y su conflicto público y de  cientos más,  que se llega  hasta el proxenetismo .

La desfachatez llega al extremo en este ministro Pérez Dayan y los demás integrantes de esa segunda sala, cuando establecen una jurisprudencia para que el Estado mexicano no pueda congelar las cuentas de los delincuentes, de todos los niveles,- cuyo blanco, azul o del color que le parezca, sin que exista una petición de un gobierno extranjero, es decir, la complicidad más bochornosa de que se tenga memoria y que fue ponente Medina Mora- procurador general de la república y de la policía federal con Vicente Fox y Felipe Calderón y ministro de la Corte con  Peña Nieto-, siendo sus cómplices José Fernando Franco González-Salas, Javier Laynez Potisek y Yasmín Esquivel Mossa, bonita familia que presumen que sirven al país y se demuestra lo contrario, pues  se consolida  al expresar también” “se lo he dicho a todos, el día que la Constitución cambie y diga otras cosas, haremos que esas otras cosas se cumplan, pero mientras no estén, haremos que se cumplan las que están a costa de lo que sea. Si después de todo lo que sucede me voy a ir a vender tamales, ahí les mando el menú”, en resumen a mi no se aplica la constitución a disponer de recursos públicos, pero la democracia no llega a la Corte, en síntesis, concluye la dictadura perfecta del presidente y se abre la dictadura del poder judicial para los derroches y privilegios.

Con sus expresiones de este ministro, a propósito de la presentación de un libro, se evidencia la extrema soberbia de negarse a respetar la Constitución y servir a la nación y “después de todo lo que sucede me voy a ir a vender  tamales, ahí les mando el menú”, pero en vía de mientras seguirá atracando las finanzas públicas.

 


 

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