COLUMNISTAS

Musk o Blinken

 

Por Herlindo Robles

La noticia del establecimiento de una planta de Tesla en Monterrey, fue difundida en la conferencia del presidente López Obrador, seguida de la respuesta del mandatario, respecto a la intromisión de Antoni Blinken.

Con duro revés reviró el presidente mexicano, que definitivamente dejó con la boca cerrada al secretario de Estado de vecino país del norte, al identificarlo como gobierno oligárquico.  Blinken acostumbrado a la sumisión de presidentes serviles a los “monrroistas”, no midió el alcance de su calificativo al gobierno mexicano.

En contraste Elon Musk, concretó satisfactoriamente su intención de establecer una planta de producción en Monterrey, esto sin recibir el abusivo subsidio que gobiernos serviles a los intereses extranjeros extendían, en agravio del erario público y bienestar del pueblo mexicano.

 

 

La intervención del canciller Marcelo Ebrard y Martha Delgado en su función de subsecretaria de Asuntos Multilaterales y DDHH de la secretaría de Relaciones Exteriores, se cristalizó como un éxito en el establecimiento de la planta armadora de autos eléctricos ¡más grande del mundo!

Continuando las noticias desde Austin, Texas por parte del empresario, veremos a que sindicato le darán el pastel, pues se ha llegado al punto de que la 4T, se ha quedado desarticulada en el sector sindical, pues el Senador Napoleón Gómez Urrutia tiene bastante con Grupo México, y la voracidad de otras empresas mineras, aunado al extenuante trabajo legislativo que le absorbe, por otro lado, la CATEM de Pedro Haces, no es por decir lo menos una central de visión progresista.

Es así que lamentablemente, durante el desarrollo del gobierno humanista del presidente López Obrador, se ha avanzado en el ámbito laboral, únicamente con el impulso presidencial, quedando los gremios sindicales muy por debajo de las miras de los trabajadores. Así fue que se rompió con el tradicional aumento de salario cada dos años de un máximo del 4%, para no afectar (decían), la estabilidad laboral.

Las autoridades de las juntas de conciliación, mantenían controlado el aumento de salarios y el minisalario, pues desde la Comisión Nacional de Salarios Mínimos. Así el trabajador independiente y sindicalizado, mantenía un salario de miseria, que fue disminuyendo con la complacencia del gobierno y el impulso patronal, sin que el trabajador tuviera un aliado, hasta la llegada de la 4T, que ha elevado salarios desde abajo y ampliado las condiciones de seguridad social e incluso vacaciones, motivo suficiente para generar la brutal reacción de empresarios, como Gustavo de Hoyos o Claudio González, lideres, guías y financiadores de partidos políticos secuestrados por sátrapas que buscan mantener sus inmorales ingresos económicos a costa de las arcas públicas.

El asunto es que el presidente deberá extender la estafeta a algún sindicato para que trabaje de la mano con la nueva empresa norteamericana, la pregunta es si a cuatro años de inicio de la transformación algún sindicato perteneciente a la Casa del Obrero Mundial, (fundada en 1912, a propuesta de Ricardo Flores Magón), pueda ser aliado de la Cuarta Transformación en su cambio estructural.

O por el contrario se buscarán sindicatos tradicionales que han venido depositando contratos colectivos de “protección patronal” y por consiguiente arraigados con sus usos y costumbres en perjuicio de la clase trabajadora. El presidente sabe y conoce de aliados y traiciones, esperemos tenga en esta ocasión la oportunidad de reivindicar al sindicalismo mexicano, lo que no logró ni el presidente Lázaro Cárdenas con Valentín Campa o Demetrio Vallejo.

 


 

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