COLUMNISTAS

Los nuevos escenarios para Edomex y Coahuila

 

Por José Ureña

El panorama preelectoral cambió. Mucho más de los enunciados periodísticos.

En primer lugar, se rompió la quimera del PVEM de ir en solitario en el Estado de México y en Coahuila para fortalecer su base electoral rumbo a los comicios federales de 2024.

Por orden de su mando nacional, el mando mexiquense se agrega incondicionalmente al partido del Gobierno, Morena, y según el dirigente priista Alejandro Moreno eso favorece la alianza opositora PRI-PAN-PRD.

Este es su análisis: El Partido Verde tiene una base estimada entre ocho y nueve por ciento, a reflejarse en la votación final en caso de competir de manera independiente.

Con una acotación: entre sus sufragantes unos simpatizan con alguna de las dos alianzas pero son mayoría quienes jamás respaldarían a los candidatos del Gobierno.

-Prefieren a la oposición, a la alianza nuestra y se irán con nosotros -sostiene Alito.

En este sentido la beneficiaria debería ser la priista Alejandra del Moral, porque quienes no son fanáticos guindas se irían hacia ese frente para cambiar la política.

 

ANULAN A BERDEJA

En segundo lugar desactiva la rebelión de Ricardo Mejía Berdeja. El sueño del subsecretario de Seguridad era sumar a dos partidos satélites, el Verde y el PT, para desinflar al morenista Armando Guadiana y enfrentar al priista/aliancista Manolo Jiménez. Ya no los tiene y se le cierra el panorama.

Se queda huérfano y su única alternativa es convencer al amo y señor del cielo guinda de apear a Guadiana para darle la oportunidad, pero Palacio Nacional no está para atender caprichos.

Donde sí puede intervenir pero con regaños y advertencias es en el Estado de México para conciliar entre Higinio Martínez, creador y cacique del Grupo Texcoco.

Su empeño es imponer a Delfina Gómez, quien no encuentra el ropaje esperado de su promotor Higinio Martínez porque está enfrentado a su antiguo promovido y actual coordinador de campaña, Horacio Duarte, porque éste le disputa el poder.

Si no hay un apremio presidencial, los operadores del senador seguirán sin participar y su negligencia será fundamental para el resultado de la contienda.

 

ARREGLO OPOSITOR

Un tercer elemento es el fortalecimiento opositor. Se ha confirmado la suma PRI-PAN-PRD, coalición en la cual pocos creían y mucho menos con la operación del dirigente Alejandro Moreno, Alito.

El campechano negoció de principio a fin con el panista Marko Cortés y el perredista Jesús Zambrano bajo un principio: las plazas corresponden a los partidos electoralmente líderes.

Es decir: en Coahuila y el Estado de México el PRI tiene el Gobierno, trae las tendencias y por lo tanto le corresponde poner candidatos -principio no respetado en Hidalgo: Carolina Viggiano fue postulada por el PAN- bajo la alianza. Para este entendimiento fueron claves varios personajes.

En especial el panista Enrique Vargas del Villar, quien ya es figura nacional de su partido y tiene un objetivo acordado: cabeza en la fórmula para el Senado de la República en 2024 y tal vez coordinador de la fracción azul.

Vargas del Villar no solamente declinó y dejó el camino libre a Alejandra del Moral, sino que opera desde hace meses con panistas, perredistas y aun morenistas y emecistas para enfrentar el aparato del Gobierno.