El costo del descuido
Por Ricardo Homs
El accidente de la Línea 3 del Sistema de Transporte Colectivo “Metro”, -de la Ciudad de México-, de este sábado 7 de enero representa un doloroso aviso de los riesgos que hoy se viven en México.
La visión populista de gobierno, -enfocada en la grilla política-, ha representado grandes olvidos en el ámbito de la administración pública y entre ellos está la falta de inversión en mantenimiento a la infraestructura de servicios públicos de todo el país.
Habrá muchos ámbitos donde este descuido signifique sólo retrocesos en la calidad de los servicios públicos. Sin embargo, existen otros ámbitos donde la falta de mantenimiento a la infraestructura podrán tener funestas consecuencias, como lo ha sido el Metro.
Este accidente no es el único que ha sucedido durante en la administración de Claudia Sheinbaum.
El reciente accidente tuvo un fatal desenlace de un fallecido, cuatro pasajeros prensados y 10 lesionados. Tomemos en cuenta que sucedió en día inhábil, -o sea sábado- y a las 11:30 de la mañana, y no en hora pico.
Sin embargo, también debemos recordar el desplome de la línea 12 del Metro el 03 de mayo del 2021, a partir del colapso de una estructura en la zona elevada del metro. Este accidente tuvo un saldo de 20 fallecidos y hasta 100 pasajeros lesionados.
El incendio del Centro de Control 1 del Metro, sucedido a las 5:40 horas del 09 de enero del 2021 tuvo como resultado 30 pasajeros lesionados y se reportó como origen un cortocircuito en el sistema eléctrico.
También debemos añadir el choque de dos trenes del Metro ocurrido el 10 de marzo del 2020, con una persona fallecida y 41 lesionadas. El líder del sindicato de trabajadores, -Fernando Espino-, declaró que el accidente se originó porque uno de los dos convoyes se quedó sin control de mandos. Sin embargo, la fiscalía de la Ciudad de México acreditó el accidente a errores humanos y ejerció acción penal en contra del conductor del tren 33 y de la reguladora de línea de este sistema de transporte, lo cual es sospechoso en un sistema de alta tecnología que no se opera manualmente como si fuese un autobús en las calles.
Un gobierno que ha focalizado su atención sólo en mantener el control político y social del país para retener el poder y ha tomado como política de gobierno el ahorro por encima de la eficiencia, cancelando fideicomisos, está generando graves riesgos.
Sin embargo, la infraestructura tecnológica envejece igual que todo lo que nos rodea y por tanto, necesita mantenimiento pero al no recibirlo, en algún momento colapsa.
El envejecimiento de los equipos de CFE, así como los de PEMEX, -si no reciben cirugía mayor los más antiguos-, pueden provocar accidentes que pueden representar tragedias de alcance fatal.
Sin embargo, el grave riesgo lo representará la cercanía del momento crucial de las elecciones del 2024, lo cual exigirá recursos económicos importantes, por lo que podremos esperar que la visión ahorrativa y pichicatera se recrudezca, aumentando el riesgo de grandes tragedias.
Este es el momento de reconsiderar una política equivocada que puede provocar graves descalabros electorales a partir de acontecimientos provocados por falta de mantenimiento a la infraestructura pública.
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