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Ignorancia jurídica… El pase turístico en Puebla

 

Por Ricardo Homs

O ignorancia jurídica o desprecio por la ley, es lo que refleja la nueva disposición impuesta por el gobierno del Estado de Puebla -morenista- quien de forma inconstitucional impide el libre tránsito de automóviles con placas foráneas por la capital del estado, con lo cual viola el Artículo 11 de nuestra Constitución, que consagra el derecho de viajar por todo nuestro territorio y el Artículo 117 que prohíbe a las entidades federativas gravar el tránsito de personas o cosas que atraviesen una zona, según ha denunciado Carlos Sempé Minvielle, ministro de la SCJN en retiro, a través de su cuenta de Twitter.

Ese afán de control absoluto que persiguen los gobernantes morenistas ha impuesto reglas como la actual, para regular el tránsito por la zona metropolitana de la capital del estado con placas de otras entidades federativas, exigiendo la tramitación, -previa a la llegada-, de un pase turístico, gratuito, pero restrictivo, pues exige registrarse en la página oficial de la Sedema en Internet, paseturistico.puebla.gob.mx y este trámite solo puede realizarse una vez por semestre para 14 días o fraccionado varias veces.

La multa a un auto foráneo por no haber tramitado el pase es de casi dos mil pesos.

El argumento es proteger la calidad del aire, es el mismo que sustenta la restricción que desde hace varios años fue instrumentada en la Ciudad de México, aunque en la capital del país existe la posibilidad de ingresar sin pase turístico en el horario comprendido entre las once de la mañana y las cinco de la mañana del día siguiente.

Sin embargo, en la página del Estado de Puebla no se ofrecen opciones para ingresar sin este pase.

¿Qué sucederá cuando este sistema se imponga en los otros estados gobernados por Morena? Seguramente se volverán insostenibles los intercambios comerciales que sustentan la productividad de la economía interna de nuestro país. ¿Cómo podrá viajar con frecuencia a la zona metropolitana de Puebla un representante de ventas para atender a sus clientes? ¿O quiénes hacen viajes continuos para repartir mercancías?

El vicio de la sobrerregulación jurídica es el origen de la corrupción en nuestro país.

El exceso de reglas con penalización da a los funcionarios públicos la oportunidad de extorsionar con total impunidad. Como sucede con todas las nuevas reglamentaciones, la gente no informada -que será la mayoría- será víctima de los agentes de Tránsito y autoridades ambientalistas.

La corrupción es el resultado de la ausencia de moral y ética en las acciones de gobierno, lo cual es característico en la idiosincrasia del funcionario público mexicano. No le preocupa impedir que se viole la ley -convirtiéndose en un promotor de las buenas prácticas cívicas- sino que estimula que se viole la ley -incluso muchas veces por ignorancia del infractor- para entonces generar una multa y con ello la posibilidad de negociar la no aplicación en su propio beneficio, lo cual se convierte en extorsión.

Como ejemplo tenemos el riesgo latente que significa en este país circular con placas de otro estado, pues la indefensión del visitante lo convierte en posible víctima de la autoridad local.

En acciones como las del gobierno de Puebla queda claro una ausencia de visión integral y el deseo de resolver grandes problemas con acciones de corto plazo. No ven el impacto en todos los ámbitos de la actividad cotidiana de la ciudadanía.

El pase turístico lo primero que hará es frenar las visitas turísticas. El éxito se logra simplificando y no complicando.

Un gobierno de políticos que llegan a gobernar sin experiencia generalmente los convierte en malos funcionarios públicos, pues la administración pública requiere conocimientos y experiencia y esto se logra a lo largo de muchos años de ejercicio laboral.

Con buenas ideas pero sin experiencia, no se logra un gobierno eficiente.

 

 

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