El INE ¿Paladín de la democracia?
Por Francisco Blanco Calderón
Segunda Parte
Zedryk Raziel de El País en su artículo sobre la Reforma Electoral dice: “Una encuesta realizada por el Instituto Nacional Electoral (INE) confirma que la mayoría de mexicanos está de acuerdo en las principales modificaciones contenidas en la iniciativa de reforma electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador. Según el sondeo, al que ha tenido acceso El País, el 93% de ciudadanos apoya la propuesta de destinar menos recursos públicos a los partidos políticos; el 87% avala disminuir el número de diputaciones y senadurías a nivel federal; el 78% apoya que los consejeros y los magistrados electorales sean electos por el voto directo de la ciudadanía; el 74% acepta reducir los recursos que se le otorgan al INE”. La encuesta del propio INE muestra que la mayoría de mexicanos respalda la reforma electoral de López Obrador. Un estudio oficial muestra que 9 de cada 10 ciudadanos apoyan recortar el dinero a los partidos y disminuir el número de legisladores. Más del 50% apoya refundar el INE y el Tribunal Electoral.
Curiosamente en ese mismo día en el periódico Reforma publica su encuesta, al respecto a la reforma electoral, en la que solo el 13 por ciento está de acuerdo con que el INE desaparezca y el 53% respalda su continuidad. Mañosamente, el manejo “estadístico” del periódico ultra conservador coloca como su principal pregunta si ¿el INE debe desaparecer? lo que lógicamente casi nadie quiere su desaparición, es más la reforma propuesta por AMLO se centra en reestructurarlo, reducir el número de legisladores en ambas cámaras, controlar lo excesivos gastos, cerrar sus fideicomisos, que los miembros sean propuestos por la ciudadanía y recortar el presupuesto oneroso de legisladores y sobre todo el abultado salario y prestaciones de los dirigentes del Instituto Electoral.
A eso la encuesta el propio INE destaca la necesidad imperiosa de modificarlo, no desaparecerlo, como señala el Reforma. La encuesta publicada por el periódico español El País, y curiosamente “se esfumo al día siguiente”, pero se replicó en el programa de Los Periodistas de Álvaro Delgado y Alejandro Páez Varela y se amplía en Sin Embargo.com. “Si a las mañas nos atenemos”.
MÁS Y MÁS DATOS
En otra encuesta que coordina Enrique Galván Ochoa, en su columna Dinero de La Jornada, se determina la preferencia sobre las instituciones, los consultados avalan más del 90 por ciento al Ejercito Mexicano y ni el INE, Partidos y legisladores no rebasan juntos, ni el 10%, lo que demuestra la bajísima aceptación de los partidos políticos, diputados y senadores junto al Instituto electoral que desgarran sus vestiduras por la democracia inexistente. Opositores por “la calle de la amargura” sin confianza ni aceptación de la muestra representativa encuestada, que rebasan los más de mil quinientos ciudadanos.
El monero Hernández, también en la Jornada, deja asentada la férrea defensa, de un caricaturesco personaje diciendo: “INE que no se toca…tener un instituto como el INE es un privilegio…y nuestros privilegios no se tocan”, portando la pancarta el cerdo gubernamental-empresarial, miembro de los partidos opositores y legisladores adiestrados sumisamente a levantar el dedo de sus financiadores, aunque reciben grandes cantidades del erario público.
Para Mario Zaragoza Ramírez, en su artículo sobre la Situación de la Democracia en México, deja asentado que: “Hablar de la democracia, al menos para Occidente, siempre es un tema atractivo, sobre todo si se considera que a esta forma de gobierno por lo general se le asocia con la idea de progreso, civilización, bienestar, libertad, justicia y otras cualidades que no posee (Sartori, 1989), porque la democracia es solo una forma de gobierno y todas las demás acepciones le son asignadas por consideraciones ajenas. Si recurrimos a una definición general, diremos que la democracia es el gobierno del pueblo para el pueblo y, como apunta Giovanni Sartori, tiene dos formas de entenderse. La primera, de manera teorica y la segunda en la práctica; es decir, en la realidad”. (Scielo.org.mx).
Además, uno de los principales problemas que tiene la democracia es que se le relaciona con la toma de decisiones, con los votos o con la libertad y se le despoja de su carácter de forma de gobierno de sus características esenciales. Una de estas es que la democracia no se agota ni se limita al proceso electoral. Si se mira como forma de gobierno, esta debe ser vigilada y debe velar por el bienestar colectivo en todo momento.
Por ello los excesos discursivos en favor de su visión de democracia esta alentada en los vicios construidos a lo largo del periodo neoliberal que aglutina tres fraudes electorales, 1988, 2006 y 2012, y un sin número de agresiones mediáticas, financieras y administrativas sobre el partido Morena beneficiando a la triada PRI-PAN-PRD. Excesos que demuestran que proclaman la consigna italiana del gatopardismo “cambiar todo, para que nada cambie” que expresa la contradicción “si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie”. Por ello se destruyó al ejido, se le abrieron las puertas a la iglesia a la política, se privatizo la salud y la educación, la cerraron playas a los ciudadanos de a pie, la saquearon bosques y subsuelo, se abandonó la defensa a la juventud, se endeudo a México en forma demoniaca, se engolosinaron con devoluciones fiscales a las grandes empresas, gasolinazos, huachicoleo sin piedad, en fin se realizaron múltiples enmiendas constitucionales para modificar la vida política, social y económica del país con el propósito de beneficiar a la alta burocracia gubernamental, la alta jerarquía eclesiástica, se empobreció despiadadamente a más de noventa millones de mexicanos, y sobre todo se benefició a los grandes intereses trasnacionales de dentro y fuera del país.
NOTA
El 13 de noviembre se llevará a cabo la marcha en defensa del INE que convoca Claudio equis y su Unid@s, con el PAN de cada día. Marcha que no contará con el respaldo de Twitter, ya que fue despedido su director y la plantilla del PAN en esa red social, asuntos que se abordarán en la tercera parte.