Desaparecieron el IFE
Por Herlindo Robles
Como ha sido costumbre en México, las cúpulas del poder sueltan la jauría mediática en contra de quién o quienes intentan menoscabar su estructura de corrupción. Así actualmente suena en redes y medios masivos de comunicación, que el proyecto de Ley Electoral planteado por el presidente Andrés Manuel López Obrador es un atentado al ejercicio de la democracia.
Desde luego que ese posicionamiento proviene de los más rancios intereses de quienes han prevalecido durante la mutación de la Comisión Federal Electoral al Instituto Federal Electoral, pasando por el desaparecido Instituto Federal Electoral, todos envueltos en escandalosos fraudes, y este último definitivamente desaparecido por la parcialidad de su funcionamiento que fue aceptada por el Poder Legislativo.
Los triunfos cuestionados de Salinas, Zedillo y Calderón llevaron a cambiar la fachada de la democracia con cambio de denominación, quedando dentro caciques que se autoerigen como próceres de la democracia, así como José Woldenberg impuesto por Carlos Salinas y Lorenzo Cordova impulsado por el peñato.
De ninguna forma es posible justificar la exagerada fuga de dinero del actual INE, que se pretende erigir como un gran colegio electoral que lejos de cumplir con la organización de elecciones pasa a ser “guardián” de la democracia.
De nueva cuenta la República enfrenta una lucha intestina por el arraigo de intereses económicos y de control político que hoy encabezada Lorenzo Cordova y gente que se beneficia de la composición de la estructura burocrática que desfonda los recursos públicos, por el insensible gasto corriente y extraordinario que conlleva mantener a los “virreyes de la democracia”.
Según los sicarios mediáticos, el ejercicio de justicia social es un acto populista, pues a los pobres (consideran) se les debe dar trabajo para que se ganen el pan de cada día, mientras que los poderosos pueden exentar pago de impuestos y recibir apoyos de la banca de desarrollo, incluso a fondo perdido, para mantener sus empresas y generar “riqueza”, claro está para sufragar su vida aburguesada.
El ataque frontal que por los medios tradicionales se realiza en contra de la transformación de un régimen en contra de privilegios, traslativo al de justa distribución de la riqueza, es un tema sujeto a la aprobación de leyes que protejan a la ciudadanía menos afortunada en lo económico. Para ello se debe tener un sistema de ejercicio electoral, emanado del mandato del pueblo y no de la burguesía en el poder, que llena de canonjías a familias diseminadas en partidos de todas las ideologías. Pero siempre manejando el poder, desde los medios, como podemos ver, ahora hasta nos pretenden endilgar al cachorro de Margarita Zavala, como nuevo prócer de la democracia, el colmo de la manipulación mediática.
El manejo del criterio de la población a través de opiniones de manipuladores mediáticos, ha tenido incluso el desparpajo de promover la figura de Ernesto Zedillo, promotor del Fobaproa el cual desde su sexenio y a la fecha continuamos pagando como servicio de deuda.
La pregunta es ¿Quiénes se benefician con las políticas aplicadas en el sexenio de Ernesto Zedillo?, ¿Bajo qué nómina se encuentra el fatal personaje que empobreció a millones de mexicanos y entregó los ferrocarriles y vías férreas a extranjeros? Es un tema de reflexión para formarnos un criterio con datos duros, que claramente permiten observar que en realidad si existe un avance en la recuperación de la riqueza nacional, a través de las acciones tendientes a modificar el marco regulatorio que permite el despilfarro y designación de candidatos a modo con una densa estructura electoral, costosa e inoperante.
Twitter: @zorvha
**Las columnas firmadas en este medio son responsabilidad de quienes las firman**