NACIONAL

Las políticas de la política

<< Ahora son noticia como nunca antes y sus palabras y obras quedan en la historia del devenir social de México >>

 

Por Ángel Álvaro Peña

En México es tal vez el único país del mundo donde por primera vez fue votada una mujer, antes de que tuvieran derecho al sufragio. Fue en 1936 cuando se ocupa una representación municipal de Chilpancingo, por alguien muy joven, 36 años y además del sexo femenino. Las mujeres en nuestro país obtuvieron su derecho al sufragio el 17 de octubre de 1953.

En noviembre de 1979, surge la primera gobernadora mujer en México con la poetisa Griselda Álvarez Ponce de León, en Colima. Tres años después, en 1980 se nombra a la primera secretaria de Estado mujer, en Turismo, la Dra. Rosa Luz Alegría, en el sexenio de José López Portillo. En 1982 la primera candidata a la Presidencia de la República fue Rosario Ibarra de Piedra; la primera mujer en conducir un partido político fue María de los Ángeles Moreno Uriegas, quien dirigió al PRI, partir desde el 3 de diciembre de 1994, y, en diciembre de 2018, se nombró a la primera secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.

 

A pesar del rezago que implica la participación de la mujer en política, el día de hoy no se concibe ninguna actividad que no pueda ser encabezada por alguna de ellas. El trayecto no ha sido fácil ni rápido, si señalamos a mujeres encontramos más retraso aún porque, por ejemplo, la reina Isabel, fue coronada a los 26 años, en 1952.

Ahora en México la política pareciera manejada por las mujeres, son protagonistas de la historia contemporánea y u ocupación en puestos clave de la administración pública se extiende y profundiza. En este momento hay varias gobernadoras mujeres en México. Legisladoras locales y federales muestran su presencia y deciden el destino de México desde su curul.

En los días recientes se habla de candidatas a la gubernatura del Estado de México donde concursa, a pesar de su pasado, acusada de descontar dinero a los trabajadores del municipio de Texcoco, Delfina Gómez Álvarez, por Morena y por el PRI, seguramente irá con o sin alianza Alejandra del Moral Vela, quien dirigiera su partido en la entidad.

 

En Veracruz, despunta en la intención del voto para la gubernatura, Rocío Nahle, secretaria de Energía actualmente, y seguramente la oposición colocará a una mujer para la competencia electoral de 2024. Para esas mismas fechas se perfilan por Morena, Claudia Sheinbaum, actual jefa de Gobierno de la Ciudad de México, para la Presidencia de la República, con un completo desconocido o desconocida ante la ausencia de posibles contrincantes en las urnas en busca de ocupar la silla política más importante en la política del país.

Una mujer que hizo historia al ser gobernadora de Tlaxcala en 1987, Beatriz Paredes, posteriormente fue presidenta del CEN del PRI, en 2007 y ahora se apunta para concursar para la candidatura a la Presidencia de la República, después de haber sido diputada federal, senadora y embajadora de México en Brasil.

Entre las actuales gobernadoras que actualmente ocupan lugares privilegiados en los medios podemos encontrar a la morenista, Layda Sansores, hija de quien fuera dirigente del tricolor de 1976 a 1979, Carlos Sansores Pérez.

Maru Campos, actual gobernadora panista de Chihuahua, ahora internada indefinidamente por una operación, también ocupa un lugar destacado en la vida política de México, por los sucesos que ocurren en Chihuahua, donde gobierna. En la Ciudad de México la mitad de las 16 alcaldías son mujeres.

 

Los papeles secundarios que ocupaban las mujeres son desechados por la historia contemporánea, tenemos el ejemplo de lo que era la Primera Dama, nombre que rechazó la actual esposa del Presidente de la República, Beatriz Gutiérrez Müller, quien continúa con su trabajo que tenía anteriormente del arribo de López Obrador a la Presidencia de la República. Ocasionalmente lo representa en el exterior, como cuando asistió a la toma de posesión del presidente de Colombia, Gustavo Petro, el 7 de agosto pasado.

 

 

En el interior del país vemos cómo en algunos gobiernos estatales y municipales el cargo habitual para las esposas de los gobernadores o alcaldes era el DIF, (Desarrollo Integral de la Familia), es ahora destinado a otras personas, a veces un hombre.

La llegada de las mujeres al poder implica un cambio profundo que las impulsa y uno adicional que ellas provocan con su manera de encabezar puestos públicos y decidir desde ellos. La transformación es algo más que una palabra de moda y se convierte en un término de nuestros tiempos.

En el mundo sólo 6 por ciento de los países tienen una mujer como Jefe de estado y apenas un 7 por ciento presidiendo un gobierno. En un total de 193 países sólo 22 mujeres ocupan alguna de esas dos funciones públicas y políticas, lo cual implica en nuestro país hemos dando grandes avances sin que esto implique que haya igualdad de factores determinantes como lo es el salario, la aplicación del derecho, la administración dela justicia, etc.

En general los roles laborales están cambiando y con ello las leyes y las reglas de una sociedad que cambia con una dinámica diferente desde que ocupan un lugar en la historia de México y el mundo.