Histórica derrota
Por Mónica Camarena Crespo
Lo que pasó en la Cámara de Diputados el pasado domingo es mucho más que desechar una reforma eléctrica que apuntaba a un daño irreparable. Se trata de una histórica derrota, la antesala, del primer ejercicio bien planeado de lo que la oposición podría lograr en 2024 de continuar unida.
El desgaste del presidente y su partido Morena fue rápido en comparación con otros periodos de gobierno, en los cuales, después de los tres años, el poder les sonreía más que nunca, con mayor control y alianzas, lo contrario a lo que está pasando hoy en día.
La realidad es que, con el catastrófico ejercicio de revocación de mandato, quedó claro que AMLO ahora solo cuenta con la mitad de la gente que lo llevó al poder en 2018, a pesar de acarreos, movilización partidista y de los gobernadores de Morena.
AMLO desde “la chingada” su rancho en Chiapas, vio como la oposición, esa que “ningunea” un día y otro también, le echó abajo una reforma medular que pretendía fuera uno de sus grandes legados.
El presidente se quedó sin discurso después del fracaso en el legislativo y como acostumbra arremetió contra los diputados de la oposición.
Lo cierto es que la derrota es amarga, tomando en cuenta que la Reforma Eléctrica no alcanzó la mayoría calificada en la Cámara de Diputados, a pesar de que por más de seis meses y medio de debate, fue desechada, “botada” a la basura vamos.
Los diputados de oposición, unidos y sin la mezquindad que tanto daño ha hecho, le demostraron al presidente que la “ley sí es la ley” y que hay poderes más allá de mayorías. Que los contrapesos todavía pueden lograr equilibrios aún con los excesos desde la presidencia.
La derrota es amarga, porque es la primera vez que a un presidente se le niega la aprobación de una reforma constitucional. Mal y de malas, por lo que puede venir.
Twitter: @monicamarena