Lo negro de las pluris

 

Por Herlindo Robles

En la última emisión de Martes del Jaguar, redunda en la inequidad e injusticia que prevalece en la asignación de cuotas plurinominales. Personas sin proyecto, ni ideología ni compromiso social, pero sí con mucho dinero para ser políticos y pues como dicen: “del mismo cuero salen las correas”. Pues con la dieta que llegan a cobrar la “untada de mano”, que se les pueda dar a quienes tienen poder de decisión en los partidos políticos, es “autofinanciable”.

Como pretendidamente se dio a conocer en dicho programa, ya designada la posición, de inmediato se giran instrucciones, para que hagan el reparto de dinero entre los participantes del negocio de entrega de la vida nacional, en manos de quien más dinero y contactos tenga.

De ser cierta esta noticia sería de alcances desastrosos que justificarían el caos legislativo que tenemos con leyes formuladas y promulgadas sin vigencia alguna, esto es leyes eternas que se contraponen con otras, pero con el ya sacramental transitorio que reza: “Se derogan todas aquellas leyes que se opongan a la presente”. Y listo. Así llegaron personas sin perfil político ni social, de tan pocos valores que lo único que les destaca es tener dinero.

 

 

Así la patria queda en segundo término, siendo los intereses de los “gerentes o dueños” de partidos políticos los que prevalecen, pues sería el negocio de negocios, recibir dinero y sometimiento de parte de los inmorales legisladores que obedientes atenderán las solicitudes de sus jefes.

Ya se han ventilado en medios la entrega de cantidades millonarias de dinero a cambio de posiciones de elección popular, baste recordar la denuncia pública que salió en primera plana de El Financiero respecto de la entrega de dos millones de pesos por parte de Abarca a Jesús Zambrano, la cual nunca fue desmentida oportunamente por este negro personaje.

También corren historias documentadas en medios de comunicación, respecto de la imposición de candidaturas en contra de la democracia interna de los partidos, pues los “machucones” designan como candidatos de “unidad”, a quien les llena la pupila, sin importar su trayectoria, social política, cultural o académica, de tal manera que es posible que el Poder legislativo de México, se encuentre en manos de personas neófitas, sin otro interés que no sea el favorecer intereses sean cuales sean, siempre y cuando les paguen por el voto legislativo como lo hemos visto con las denuncias hacia el denominado “Señor de los Moches”, ¿apoco no?

 

 

En concreto la sociedad mexicana se encuentra secuestrada por la maraña de poder tejida a lo largo de la permanencia de la “dictadura perfecta”, alimentada aún por los fueros familiares que por derecho de sangre, reclaman actores políticos nacidos en el seno del poder y que se niegan a salir del círculo convencidos que son la única clase digna de usufructuar el erario público, construido por el fruto del trabajo de la masa obrera, pero ellos ni las uñas se ensucian para obtener las insanas riquezas que sus familias detentan y así se dicen servidores, sustantivo que no les identifica a quienes se sirven del dinero del pueblo y generando cada día más pobreza por la corrupción y construcción impunidad  que emana desde perversas componendas, las cuales que deben de terminar en un Estado democrático, por lo que es necesario terminar con la designación discrecional de puestos de elección popular contrarios a las necesidades del pueblo, quien a final de cuentas está pagando para que se hunda cada día más el país en manos de muchas personas inútiles y voraces.

 

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