Pelos y señales
Por Herlindo Robles
Toda una pasarela política se vivió el pasado lunes en la capital mexiquense, en la cual el gobernador mexiquense y líder natural del grupo Atlacomulco, Alfredo del Mazo, rindió su quinto informe de gobierno, rodeado de la más selecta nomenclatura priista, desde Alejandro Moreno del que mantuvo distancia, Enrique Jacob, situado al final de la fila y cerca de este, el senador Ricardo Monreal, que muy preocupado ante la cercanía de su turno de besa manos, se alisaba la corbata para brindar el abrazo que más pareció que le atizaba la espalda al gobernador.
¿Será que Monreal no pierde la esperanza de acomodarse como hijo prodigo en el Revolucionario Institucional? Sea como fuere, el relegado resultó ser Enrique Vargas del Villar, en segunda fila, como el chinito “nomás milando”, pues no podía acercarse a buscar el preciado gesto, contrario a lo que se dio con los políticos de Morena, pues Adán Augusto López y Claudia Sheinbaum fueron colocados en lugares “preferentes”, también el canciller Marcelo Ebrard, en primera fila obviamente al centro y el doctor Monreal más “escondido” y alejado.
El tema es la lectura política del evento, Alfredo del Mazo, con un discurso moderado, reconociendo las acciones presidenciales, muy institucional, pero cálido con la doctora Claudia Sheinbaum y el secretario Adán Augusto López. Desde luego que, Del Mazo, trató el tema de la elección venidera, y se deslindó de una influencia en la elección manifestando “que se respeten los resultados de la elección y se cuide el bienestar de la entidad”.
También la presencia de los exgobernadores Arturo Montiel, Emilio Chuayffet, César Camacho, los dos últimos también exsecretarios de estado, con Peña Nieto. Resulta importante la presencia del secretario de Gobernación, que “no da paso sin huarache”, todo lo consensa y lo resuelve, aplicando el viejo dicho de don Fernando Gutiérrez Barrios, “la grilla se supera con trabajo”, y eso y no otra cosa es lo que le resulta siempre a don Adán Augusto, que ante el estupor de la oposición, va conciliando y formando acuerdos que permiten la gobernabilidad del país, dejándolos con un palmo de narices, pues verdaderamente la oposición “azulada” queda muy corta a la avasalladora fuerza de los precandidatos de Morena, que ya agarraron el “caminito”, a la grande.
El semblante de Alfredo del Mazo ante Claudia Sheinbaum lo dice todo, pues se ha posicionado muy en serio como la posible próxima presidenta de México, sin olvidar, que en mucho dependerá el futuro del grupo Atlacomulco, de quién sea el ganador de la jornada electoral del 24, desde luego que la encomienda más preocupante del todavía gobernador mexiquense es el problema financiero de Andorra, que se ha venido postergando, pero en cuanto estalle, muchos delincuentes de cuello blanco caerán en el desfortunio.
El retroceso del prianismo, ante el electorado, puede ser resultado de la ostentosa corrupción de la mafia política, acostumbrados a tomar de las arcas públicas todo lo que esté a su alcance y con la impunidad que les da, ejercer un cargo público, pues la telaraña de componendas se convirtió en la red que arrastra al pueblo a la miseria y la fatalidad, y por ello están pagando la factura de perder sus fueros al grado de perder la dignidad como Alejandro Moreno, al que se le ventilaron audios pretendidamente de su autoría en los que su ufanaba de tener el poder de arrodillar y sodomizar a los grandes empresarios (hombres y alguna mujer), con el manejo de iniciativas legislativas en materia fiscal.
Los partidos políticos deben de postular como lo obliga la ley, a gente que no tenga “cola que le pisen”, solo entonces tendrán calidad moral para contender y seguramente lograrán resultados satisfactorios. Por el momento la oposición se encuentra lastimada por la cauda de latrocinios que se han descubierto a funcionarios emanados de esos institutos políticos, situación que al presidente le abre la simpatía del pueblo ya cansado de mantener a los zánganos de la política.
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