Trump reitera su amenaza de atacar a todo país que envíe drogas a EU
El presidente Donald Trump reiteró este martes su amenaza de lanzar ataques militares contra cualquier país que envía drogas a Estados Unidos, defendió el bombardeo de embarcaciones que acusa de transportar drogas en el Caribe y dijo que anticipa que el presidente venezolano Nicolás Maduro pronto abandonará su país.
Al convocar una reunión de su gabinete que en esta presidencia son más bien espectáculos mediáticos, Trump habló primero ante las cámaras por casi 40 minutos, y después cedió la palabra a los integrantes de su gabinete, quienes sostuvieron que “este es el gabinete más inteligente en la historia del país” al servicio del “mejor presidente en la historia”. Mientras hablaban, y ofrecían los debidos elogios a su jefe en lo que se volvió un tipo de concurso sobre el mejor mensaje laudatorio, el presidente sonría, interrumpía y a veces cerraba los ojos.
La reunión se convirtió al final en una conferencia de prensa, y fue entonces que se le preguntó por los ataques contra las embarcaciones que dice, transportan drogas ilícitas en el Caribe y el Pacífico. El mandatario repitió su ya disputada afirmación de que cada barco hundido salva la vida de 25 mil usuarios, e insistió en que la tasa de mortalidad por drogas se está reduciendo en Estados Unidos, sin ofrecer evidencia de ello.
“Esos números han bajado porque estamos haciendo esos ataques, y vamos a empezar haciendo esos ataques en tierra. En tierra es mucho más fácil, sabemos las rutas que toman, sabemos todo acerca de ellos, sabemos donde viven”, repitió. “Vamos a sacar a esos hijos de perra”.
Agregó, “me dicen que el país de Colombia está haciendo cocaína, tienen plantas de manufactura de cocaína…. Quién sea que está haciendo eso y vendiéndolo a nuestro país está sujeto a ataque. No solo Venezuela”.
Varios periodistas preguntaron acerca de un segundo ataque contra una embarcación destruida el 2 de septiembre, que legisladores de ambos partidos han indicado podría haber sido un crimen de guerra ya que fue para matar a sobrevivientes del primer ataque. El comandante en jefe y su secretario de Guerra Pete Hegseth dijeron que la decisión del segundo ataque fue de un almirante de la Marina, a quien defendieron, aunque algunos observadores concluyeron que con esa versión estaban defendiendo al propio Hegseth.
Al final, cuando el presidente se levantó para salir de la sala, un periodista preguntó “si Maduro ha ofrecido irse”. Trump sólo respondió: “lo hará”.
Pero todos estos comentarios fueron una pequeña parte del espectáculo de más de dos horas en la Casa Blanca, evento que sirvió más que nada para que Trump recibiera públicamente los elogios de sus empleados. Cuando el secretario del Tesoro reportó sobre los ingresos que estaba recibiendo el gobierno estadunidense por los aranceles y de las empresas que han ofrecido acciones en sus negocios al gobierno federal, Trump sugirió que tal vez estos ingresos le permitirían eliminar los impuestos federales en Estados Unidos. Nadie en esa sala se atrevió a mencionar que la deuda nacional de Estados Unidos que actualmente supera 38 billones de dólares implica que es poco probable que ese sueño se logre en próximos 100 años.
Como suele ser el caso en estas reuniones en público, carecen los hechos en las afirmaciones oficiales. Trump insistió en que más de 200 mil personas habían muerto por sobredosis de drogas en el último año a pesar de que la cifra oficial es la mitad de ese total. Su secretaria de Seguridad Interna comentó que 2 millones de inmigrantes indocumentados se han ido del país desde que Trump llegó a la Casa Blanca, pero no hay nada ni nadie que confirme tal “logro”. Hegseth afirmo, sin ofrecer evidencia, de que el narcotráfico marino se ha desplomado un 91 por ciento.
La reunión del gabinete concluyó con un ataque verbal contra inmigrantes, esta vez los de Somalia, a quienes llamó “basura”. Respondiendo a preguntas sobre un escándalo de fraude y abuso del sistema de servicios sociales en Minnesotta, en el que están inmiscuidos algunos individuos de la amplia comunidad somalí en ese estado, Trump dijo que el gobernador demócrata (y candidato a la vicepresidencia en la última elección) Tim Walz debería renunciar y atacó a la diputada demócrata progresista y refugiada somalí Ilhan Omar (ambos no tienen nada que ver con el escándalo), y declaró que los inmigrantes de Somalia “contribuyen nada. No los quiero en nuestro país…. El país de ellos no es bueno por alguna razón, su país apesta, y nos los queremos en nuestro país”. Y regresó a criticar a la diputada, declarando que “Omar es basura… sus amigos son basura”.
Después de la reunión de su gabinete, Trump ofreció otra conferencia de prensa para anunciar una nueva iniciativa. Todos los niños nacidos entre 2025 y 2028 recibirán un regalo del presidente y el Congreso: un depósito de mil dólares a una “Cuenta Trump”. Los fondos iniciales para estas cuentas provienen de un fondo de 6 mil millones ofrecidos por Michael Dell, el fundador de Dell Computers, y su esposa.
Ningún periodista logró preguntar si esta iniciativa era parte de privatizar los beneficios de jubilación del sistema del Seguro Social, ni quién estaría lucrando con el manejo de estas cuentas de inversión.
No podía faltar la critica y queja contra los medios por el presidente, quien comentó que casi todos los días responde a preguntas “estúpidas” de los medios. Su Casa Blanca recién estrenó un “Portal de Prejuicios de Medios” para “combatir las mentiras sin base, contextos omitidos a propósito y locura izquierdista de los Medios de Fake News” y ahora solicita que el público les ayude enviando notas de noticias falsas para subir a ese sitio [https://www.whitehouse.gov/mediabias/].
Afuera de la Casa Blanca, continuó la incesante guerra cultural. La mega-estrella de pop Sabrina Carpenter exigió que la Casa Blanca deje de usar su música en videos festejando las operaciones antimigrantes del gobierno en las redes sociales. Carpenter respondió a la cuenta de X donde la Casa Blanca usó parte de su canción Juno en un video donde agentes de migración arrestan a latinos, afirmó que el “video es malévolo y repugnante. Nunca me involucren a mi o a mi música para beneficiar su agenda inhumana”. Una vocera de la Casa Blanca respondió, segun el Washington Post, declarando que “no nos disculparemos por deportar a asesinos, violadores y pedófilos peligrosos de nuestro país, cualquiera que defienda a estos monstruos enfermos tiene que ser estúpida….”.
A fin de cuentas, dice que es el gobierno más inteligente.

