Reducción de aranceles elevaría el PIB de países del G20: OCDE
Reducir los aranceles en 1.5 puntos porcentuales permitiría que el producto interno bruto (PIB) de los países del G-20 creciera 2 por ciento, destacó Luiz de Mello, director del departamento de Economía de la OCDE.
“Si todos los países redujeran los aranceles efectivos en algo como 1.5 puntos porcentuales respecto del escenario base, el producto interno bruto (PIB) del G-20 podría aumentar en algo como 2 por ciento al tercer año después de la reducción de los aranceles”, informó esta mañana al participar en la videoconferencia del organismo sobre las Perspectivas Económicas para América Latina.
“Parece un número muy pequeño, pero es importante si tomamos en cuenta lo que es el crecimiento de nuestras economías y lo que ha sido en los últimos últimos años”, resaltó.
Garantizar resoluciones
La OCDE llamó esta mañana a redoblar esfuerzos ante las fragilidades que presenta la economía mundial en un entorno de tensiones comerciales y de incertidumbre por los ajustes en las políticas públicas.
«Ante las fragilidades que presenta la economía mundial, los países deben redoblar sus esfuerzos para entablar un diálogo constructivo que garantice una resolución duradera de las tensiones comerciales y reduzca la incertidumbre en torno a las políticas públicas», afirmó Mathias Cormann, secretario general de la OCDE.
“La prioridad es resolver las tensiones comerciales, el diálogo constructivo entre países es fundamental para lograr la solución duradera de las tensiones comerciales. La recomendación a todos los gobiernos es trabajar a nivel bilateral y multilateral para mejorar los acuerdos comerciales internacionales”, declaró por separado Luiz de Mello, director del departamento de Economía de la OCDE.
A su vez, sugirió preservar los beneficios de los mercados abiertos y un comercio basado en reglas.
La OCDE considera las situaciones que pueden frenar la expansión económica del mundo -prevista en 3.2 por ciento para el 2025; 2.9 por ciento en el 2026 y 3.1 por ciento en 2027- como el hecho de que las barreras comerciales sigan en aumento, que los retornos de la inversión en inteligencia artificial se sitúen por debajo de las expectativas o “nuevas sorpresas” de la inflación que provoquen una reevaluación generalizada del riesgo en los mercados financieros.
Para el organismo, mantener la disciplina en las cuentas públicas es clave para hacer frente a los crecientes riesgos derivados del elevado endeudamiento público y del aumento de las necesidades de gasto asociadas a requerimientos de defensa y al envejecimiento de la población.
El envejecimiento aumentará aún más las presiones fiscales, ya que la proporción de personas mayores de 65 años respecto de la población en edad de trabajar en los países de la OCDE subirá del 33 por ciento actual a un nivel de 53 por ciento en 35 años.
Sin las reformas, la relación crecería hasta 230 por ciento del PIB en 2060 considerando los costos del envejecimiento y 150 por ciento sin tomarlos en cuenta
“No abordar estas vulnerabilidades podría elevar el costo del servicio de la deuda y cerrar el crecimiento de nuestros países”, previó De Mello.
A su vez, son clave las reformas estructurales que reduzcan la burocracia, simplifiquen las normativas y rebajen las barreras de entrada en los sectores de servicios, ya que es la forma de impulsar la competencia, la innovación y el dinamismo empresarial y reforzar de forma sostenible el nivel de vida, de acuerdo con las declaraciones de Cormann.
Destacó que mantener la disciplina en las cuentas públicas es fundamental para garantizar la viabilidad de la deuda a largo plazo y preservar la capacidad de respuesta ante futuras crisis.
Señaló que elevar los esfuerzos para contener y reasignar el gasto, mejorar la eficiencia del sector público y optimizar los ingresos, permitirá que la carga de la deuda siga siendo asumible.
“Las decisiones en materia de gasto y tributación deben centrarse en reforzar el crecimiento económico sostenible, al tiempo que se garantiza un apoyo adecuadamente dirigido a los más necesitados”, sostuvo el organismo.
Explicó que las políticas macroeconómicas de apoyo, la mejora de las condiciones financieras —alentada por el optimismo sobre el impacto potencial de las nuevas tecnologías— y el aumento de la inversión para facilitar la adopción de la inteligencia artificial han contribuido a apuntalar la demanda, contrarrestando los efectos adversos de la elevada incertidumbre en materia de políticas y del incremento de las barreras comerciales.
“Todavía no se ha percibido el impacto total del aumento de los aranceles, pero este empieza a hacerse cada vez más visible en las decisiones de gasto, los costes empresariales y los precios al consumo, especialmente en Estados Unidos”, aseguró.
Detalló que el crecimiento del comercio mundial se moderó en el segundo trimestre y que se observan indicios de una menor demanda de mano de obra.

