El video que enloqueció a la derecha
ALMA GRANDE
Por Ángel Álvaro Peña
Las costumbres no escritas en la política mexicana se hicieron para violarse. A veces han sido desconocidas por sus propios creadores. Uno de los más sólidos ejemplos de disciplina fue el silencio de los ex presidentes, prácticamente un ritual donde el respeto al sucesor era total.
La disciplina que era la última concesión que debían hacer los ex presidentes se rompió en 2018, cuando llegó al poder Andrés Manuel López Obrador, Felipe Calderón inició un proceso de críticas a la 4T que todavía no termina.
Calderón sabe que hay motivos suficientes para encarcelarlo, pero si cuestionaba al gobierno podría hacerse pasar por un disidente político, y librar la condena como delincuente común para convertirse en un perseguido político.
A la perorata de quien se robó la Presidencia en 2006, le siguió otra de menos nivel, la de su antecesor, una persona de personalidad inconsistente y de discurso absurdo, pero que contaron con la incondicional ayuda de los medios convencionales que hacían eco y celebraban todas las palabras de un analfabeta como Vicente Fox.
Los ex presidentes estuvieron en el banquillo de los acusados, se convocó a la población para aprobarse su juicio y la gente, poco acostumbrada a las consultas acudió, aunque no en la proporción necesaria y la posibilidad de hacer justicia se canceló.
Una vez pasado el peligro de pasar el resto de sus días en la cárcel, surgió otro fantasma de las tinieblas de la corrupción llamado Ernesto Zedillo a tratar de convertirse de vendedor clandestino de trenes en maestro de historia, y sigue teniendo espacios en los medios con la algarabía de los medios que reproducen en espacios destacados sus palabras, y cuando no es uno es otro, de tal manera que todos los días amanecemos con una nueva opinión sobre la actual política del país.
Hasta el propio Peña Nieto, de repente aparece comentando algo en lugar de guardar silencio al que lo obliga su corrupción.
Todos ellos tienen la facilidad de tener espacios que en honor a los viejos tiempos, los empresarios de las noticias les regalan gustosos y no hay manera de detener su aparición siempre agresiva, desafortunada y poco real.
Ante estas fantasmagóricas apariciones los medios sonríen, amplían horarios para darles un lugar privilegiado, organizan mesas redondas sobre las palabras de Zedillo y Calderón, aunque en realidad carezcan de contenido. Pero que aparezca en un video el ex presidente Andrés Manuel López Obrador para presentar su reciente libro, porque gritan, insultan, pegan en la mesa y llegan al extremo de comprar el libro para tomarle una foto en el cesto de la basura y difundirlo en las redes.
Todo porque su información de que se escondía, que vivía en Cuba, que lo investigan caería como todas las mentiras que los comentócratas inventan todos los días para tratar de cortar el vínculo entre López Obrador y el pueblo.
La derecha en pleno berrinche. Hace vibrar a los medios por algo que, por lo menos, 4 ex presidentes hacen todos los días y esta vez un video, de menos de una hora, ya les echó a perder la Navidad.
Ninguno de ellos ha escrito un libro, podrán decir que se publica pero su capacidad muestra una total incapacidad de mantener la congruencia de redactar un texto largo.
Pero no es lo único que los hace diferentes de Andrés Manuel López Obrador y la gente lo sabe.
PEGA Y CORRE.- Como es su costumbre el PRIAN pide aplazar la discusión en el Congreso sobre la Ley de Aguas, para ganar tiempo en cambiar de nombre las concesiones y manipular pagos, facturas y recibos en sus múltiples concesiones…Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.


