COLUMNISTAS

Poquita fe

Los estudiosos del Derecho Penal y creyentes de la eficacia que debe de prevalecer y no desaparecer en los recintos de procuración e impartición de justicia de la República, no se hacen ilusiones en torno a las promesas de cambio que tanto pregona la primera Presidenta Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos y de sus hinchas de la Cámara de Diputados y Senado de la República.

A pesar de lo lastimoso que se expresa en las líneas precedentes, esos amantes del Derecho Penal y de la justicia, jamás deben de olvidar que, según las enseñanzas de aquellos ilustres catedráticos de aulas universitarias Justitia Virtutum Regina, aún cuando los afines de la Cuarta Transformación de la Nación, no sepan o ignoren ello.

Los libros de derecho, las palabras de los instruidos, las enseñanzas adquiridas en cátedras universitarias, la experiencia obtenida por el tránsito en recintos de justicia, el  que se procure e imparta justicia con probidad, el portar las togas de jurista y jueces con dignidad, todo ello, en el hoy, son las semillas para obligar a la  primera Magistrada de la Nación a combatir la nefasta corrupción de algunos agentes del ministerio público, fiscales, jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que se atrevieron a brindar impunidad a la clase política delincuencial gobernante.

La Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C., conoce a la perfección que, durante el neoliberalismo y la gobernanza de Andrés Manuel López Obrador, muchos granos se mezclaron por desventura con la cizaña y algunos de esos granos fueron capaces de germinar en diversas gobernanzas de la República, ejemplo de ello existen por mucho. La alianza del Estado con el narcotráfico, propiciada por aquella toga de indignidad es uno de ellos.

Nuestros ilustrados enseñantes, desde siempre nos hicieron saber, sin presunción, pero con fervor, que lo sembrado vive y que no pretendamos que la cosecha se obtenga a un cien por ciento de lo sembrado, que basta que un sólo grano germine y así la justicia no perecerá.

Los Estados Unidos Mexicanos en este segundo piso de la Cuarta Transformación de la Nación, en cuestiones de justicia no se encuentran en la cima.

La verdad es que, según nuestros catedráticos del Derecho Penal, para hacer valer la justicia que nuestro México requiere, se necesita recuperar la cima y para ello se debe encarcelar a todos aquellos políticos bribones que regaron con mala agua e hicieron germinar la mala yerba, propagando la desgracia que hoy tanto nos afecta.

De esos enseñantes se supo que Plinio el joven, en su momento dijo: ACERBA SEMPER ET INMMATURA MORS EORUM QUID IN MORTALE ALIQUID PARANT. Lo que en castizo lenguaje significa: siempre es amargo y prematuro buscar la muerte de algo inmortal. Como lo es la JUSTICIA.

Al parecer esas palabras de la antigüedad, hoy encuentran vigencia en éste momento político.

Es cuánto.