Gobierno de Claudia crea Tarjeta para remesas
Garantizará a los usuarios la seguridad personal, reducirá la comisión a la mitad y será gratuita
Por Ángel Álvaro Peña
Una manera de desactivar el poderío de los bancos del mayor evasor en la historia de México es crearle competencia con más y mejores beneficios para los clientes, pero ésta no es la verdadera intención de la tarjeta del Bienestar que impulsa la Financiera del Bienestar.
Los más beneficiados por las remesas son los bancos que las transfieren, que inexplicablemente cobran una muy alta comisión prácticamente por no hacer nada más que contratar personal para realizar el trámite, pudiendo realizarlo a un precio mucho más bajo sin perder dinero en la transferencia; al contrario, ganar mucho más por el volumen que por la cantidad del porcentaje, pero es una de las muchas herencias del neoliberalismo.
Antes de que entre en vigor el uno por ciento de impuestos al envío de remesas desde Estados Unidos, en enero de 2026, Financiera para el Bienestar enviará a los migrantes mexicanos al menos 100 mil tarjetas con las que podrán hacer transferencias monetarias a menores precios.
Al mismo tiempo proporciona seguridad en caso de que los mexicanos que trabajan en el vecino país carguen efectivo. Evitar riesgos es otro de los objetivos de esta tarjeta que brinda una comisión muy amigable, con lo que se redituará en votos en el extranjero para Morena en las próximas elecciones, porque también será una manera de identificarse y validar su derecho al sufragio desde el extranjero.
Las comisiones de Bienestar y de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, informa que la tarjeta de Finabien cobrará a los migrantes una comisión de 3.99 dólares por envío, comparado con el monto mensual de 7 dólares en adelante, y que bajará a 2.99 dólares.
La tarjeta es gratuita, sólo es necesario que los migrantes la soliciten en cualquiera de los 53 consulados de México en Estados Unidos.
De manera paralela, en México las personas que vayan a recibir los envíos de dinero por esta vía deben tramitar su respectiva tarjeta en cualquiera de las mil 700 sucursales que tiene Finabien en el país.
La utilización de esta tarjeta bancaria, en la cual se pueden guardar hasta 20 mil dólares estando en Estados Unidos, y que sirve para hacer compras en cualquier establecimiento, permite que ni siquiera deba acudirse a un consulado o una casa remesadora, porque seguramente han de estar por ahí agentes del ICE y podrían hacer pasar un mal rato.
En transferencias en efectivo desde el vecino del norte, cada año se reciben 2 mil millones de dólares, el reto es muy grande para satisfacer de inmediato la demanda, pero servirá, incluso para forzar a mejorar precio y servicio en los bancos en trámites adicionales de los migrantes en ambos lados de la frontera.
La aparición de la tarjeta tiene connotaciones políticas, de legítima defensa de la voracidad de los bancos y las casas remesadoras, sin contar con la avaricia de aranceles y otras medidas que la desesperación de la futura quiebra de Estados Unidos puede forzar a realizar.
Por muchos años los trabajadores migrantes han sostenido la solidez de la banca en ambos lados de la frontera, su existencia ha encubierto lavado de dinero y una serie de transacciones que con esa tarjeta podrán ser detectadas con mayor facilidad dichas componendas que bancos y particulares traficaban en ambos países.
Las remesas son trabajo acumulado, convertido en afecto y eso no tiene precio en el mercado aunque para algunos significan sólo ganancias. En realidad, se convierten en un escudo ante las agresiones económicas de un vecino cada vez más agresivo para robar dinero a los mexicanos, a quienes, para empezar, califica de delincuentes en potencia el presidente de esa nación. A los migrantes los considera delincuentes, a los delincuentes narcotraficantes y a los narcotraficantes terroristas.
Todos los días del año se reciben remesas, con esta tarjeta se recibirán a toda hora y seguramente con mayores cantidades, ya que la comisión dará un margen mayor para sumarse a las cantidades que lleguen a México.
En enero de 2025, es decir, en sólo un mes, que no es de los más socorridos para estas operaciones, se realizaron aproximadamente 12.1 millones de transacciones para enviar remesas a México. El monto promedio por envío fue de 385 dólares.
Así, el 98.7% de las remesas se enviaron por transferencias electrónicas, lo que muestra la alta digitalización del proceso
En 2024, México recibió 64,745 millones de dólares en remesas, un nuevo récord histórico. El estado que más remesas recibe de Estados Unidos es Michoacán y Guanajuato, con el 8.7 por ciento del total, cada uno. Luego Jalisco con el 8.5 y en cuarto lugar la ciudad de México con 7.2 por ciento. Veracruz se encuentra en el décimo lugar de recepción con un porcentaje del 4 por ciento.
Habrá cambios significativos en la recepción de remesas, esperemos que esa amenaza de gravar con el 1 por ciento este dinero, fiscalizado por segunda vez en un mismo país a una misma persona, se disuelva antes del primer día del próximo año, de otra manera las victorias del Partido Republicano del vecino país parecerán cada día más lejanas.