Morena en San Lázaro va por prohibir venta de bebidas «energéticas» a menores
El grupo parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados presentó una iniciativa que busca prohibir la venta de las llamadas bebidas “energéticas” a menores de edad, debido a los posibles daños físicos y emocionales que pueden sufrir por su consumo.
El documento será discutido de manera prioritaria en el siguiente periodo ordinario de sesiones, a iniciar en septiembre, y en él se propone reformar o adicionar diversos artículos de la Ley General de Salud, para definir qué son las mencionadas bebidas y establecer su prohibición para personas menores de 18 años, así como las sanciones para quien viole este precepto.
En la exposición de motivos de la propuesta, firmada por el coordinador de la bancada guinda, Ricardo Monreal, se indica que las bebidas “energéticas” –cuyo consumo ha aumentado, en particular entre los jóvenes— contienen ingredientes como cafeína, taurina, glucuronolactona, vitaminas del complejo B y azúcar, además de otros compuestos sintéticos.
Aunque al principio tienen un efecto estimulante del sistema nervioso central, dichos productos “no son tan inofensivos como parecen”, ya que su consumo constante puede generar múltiples daños a nivel cardiovascular, gastroinstestinal, renal y odontológico, según reportes de diversos organismos nacionales e internacionales.
“Las personas que consumen este tipo de bebidas pueden presentar más de un afecto adverso. Llama la atención la variedad de padecimientos que se le atribuibles al consumo de bebidas energéticas, entre los que pueden presentarse desde nausea y vomito hasta infartos y muerte con mayor probabilidad cuando se combinan con alcohol o con actividad física en condiciones de alta temperatura”, añadió el documento.
Por lo que se refiere a la salud emocional y sicológica, la iniciativa señala que dichas bebidas provocan “cambios bruscos en los niveles de energía, que pueden generar alteraciones en el estado de ánimo”, con sensaciones de euforia inicial, seguidas de agotamiento extremo.
La propuesta legislativa alerta que “la alta concentración de cafeína puede ocasionar insomnio, ansiedad, nerviosismo y dificultades para concentrarse”, lo que interfiere en el aprendizaje y el desarrollo cognitivo de los menores de edad, cuyo cerebro “se encuentra en constante formación, y los trastornos del sueño o el estrés causado por estas sustancias pueden tener un impacto significativo en habilidades como la memoria, la toma de decisiones y la estabilidad emocional”.
Debido a que el grupo poblacional que más consume estos productos diariamente es el de las personas de entre 15 y 18 años de edad, “es responsabilidad del Estado establecer un marco normativo eficaz que los proteja ante cualquier riesgo o factor externo que interfiera con sus procesos naturales de desarrollo adecuado”, indica el documento.
Durante la infancia y adolescencia, enfatizó el proyecto de Monreal, “el cuerpo experimenta cambios significativos que requieren de un entorno saludable para desarrollarse adecuadamente. Sin embargo, el acceso libre a las bebidas energizantes por parte de niñas, niños y adolescentes, trae consigo potenciales afectaciones a la salud de este grupo poblacional”.
Por lo anterior, propone definir con claridad qué se entiende por bebida “energética”, mediante un listado de sus ingredientes, y subrayar que esos productos se comercializan “con el propósito de aumentar el nivel de alerta, concentración, o energía física o mental de quien la consuma”.
De igual forma, se plantea la prohibición sobre la venta, distribución o suministro de bebidas energéticas a niños u adolescentes, por cualquier medio, y se proponen sanciones para quien incumpla la medida.