ECONOMÍA

Canadá cancela impuesto de servicios digitales; reanuda negociaciones comerciales con EU

Canadá rescindió este domingo su impuesto a los servicios digitales en un intento por avanzar en las negociaciones comerciales con Estados Unidos, así lo informó el Ministerio de Finanzas de dicho país.

Derivado de ello, el primer ministro, Mark Carney, y el presidente estadunidense, Donald Trump, reanudarán las negociaciones comerciales con miras a alcanzar un acuerdo antes del 21 de julio de 2025.

En un comunicado Canadá apuntó que su gobierno “está inmerso en complejas negociaciones sobre una nueva alianza económica y de seguridad con Estados Unidos, centrada en lograr el mejor acuerdo para los trabajadores y las empresas canadienses”.

“Para apoyar estas negociaciones, el Ministro de Finanzas e Ingresos Nacionales, el Honorable François-Philippe Champagne, anunció hoy que Canadá derogará el Impuesto sobre Servicios Digitales”, añadió.

El impuesto referido se había anunciado en 2020 por considerarse que muchas grandes empresas tecnológicas que operan en Canadá podrían no pagar impuestos sobre los ingresos generados por ciudadanos canadienses.

Antes Trump había declarado que Estados Unidos reanudaría las negociaciones comerciales con Canadá solo después de que Ottawa redujera ciertos impuestos.

“Hasta que reduzcan ciertos impuestos. Sí, la gente no se da cuenta de que es muy desagradable tratar con Canadá. Han cobrado a nuestros agricultores hasta un 400 por ciento, casi un 400 por ciento, por ciertos productos y ciertas cosas. Aunque los agricultores desean enviarlos, tienen que pagar el 200 por ciento, el 300 o el 400 por ciento”, explicó Trump a Fox News.

El mandatario anunció la suspensión de las negociaciones comerciales el pasado viernes, a través de su plataforma Truth Social, a raíz del reciente impuesto de Ottawa a las empresas tecnológicas estadunidenses.

En su publicación, Trump calificó a Canadá de “un país con el que es muy difícil comerciar», y afirmó que el impuesto a los servicios digitales a las empresas tecnológicas estadunidenses “constituye un ataque directo y flagrante”.