La nueva guerra fría
LA RECOMPOSICIÓN GEOPOLÍTICA DEL MUNDO
Estamos viviendo tiempos de conflicto. Estamos regresando a los tiempos de la “guerra fría” de la posguerra, que sucedió a la Segunda Guerra Mundial, con la diferencia de que no sólo hay dos jugadores importantes como hubo en aquella época, de confrontación diplomática entre la extinta Unión Soviética y la OTAN liderada por Estados Unidos. Hoy del lado islámico hay jugadores importantes como Irán y todos los países que solapan a grupos terroristas como ISIS y Hamás y además, enclaves socialistas en América como Venezuela y Nicaragua, pues la recién socializada Cuba ya empezaba a jugar del lado de la Unión Soviética. China también es un nuevo jugador importante que en la “guerra fría” del siglo XX no existía, pero hoy ya es una potencia mundial y puede inclinar la balanza hacia cualquier lado.
China políticamente es comunista pero financiera y económicamente una potencia capitalista. Por tanto, en un conflicto grave difícilmente querrá distanciarse de su gran mercado europeo y del de los países americanos alineados con Estados Unidos. Por tanto, es impredecible. Como ha trascendido, entre los pocos mandatarios invitados a la investidura de Donald Trump está Xi Ping, presidente de la república Popular China, y aunque él no asistirá, estará representado por su vicepresidente Han Zheng.
El conflicto de la Franja de Gaza, así como la lucha entre Rusia y una Ucrania respaldada por la OTAN, y también conflictos como el de Venezuela pueden detonar la “Tercera Guerra Mundial”… o también cualquier acción arriesgada impulsada por la nueva política norteamericana, -agresiva-, que está perfilando Donald Trump para “Volver a hacer grande a Norteamérica”, que equivale a fortalecer su liderazgo mundial, expansionista, como respuesta a lo que Trump ha calificado como un tibio, frágil y vulnerable Estados Unidos bajo la política exterior del demócrata Joe Biden.
Este es un mundo complejo donde debe jugar México. Sin embargo, hoy no vemos a un gobierno mexicano que sepa para dónde moverse.
Este gobierno está pasmado y aturdido frente a los amagos de Donald Trump; respondiendo de forma agresiva en las palabras, -para dejar tranquilo al electorado de la 4T al que se le dan discursos patrióticos-, pero vulnerable en los hechos y reactivo, preparándose para recibir el éxodo de migrantes latinoamericanos.
Si bien en el primer periodo de Donald Trump teníamos a un Videgaray muy bien posicionado en el primer círculo de Donald Trump a través de su yerno Jared Kushner, -esposo de Ivanka Trump-, y a un Ildefonso Guajardo, cuidando las relaciones comerciales con Estados Unidos.
¿Quién encabeza hoy la avanzada diplomática frente al trumpismo?
El tema de la amenaza trumpista, de imponer aranceles a nuestras exportaciones tiene de cabeza a este gobierno y la deportación masiva de paisanos, -y quizá otras nacionalidades también-, se convierte en pesadilla.
Tiempos inciertos donde la Doctrina Estrada no es más que un cliché diplomático para vestir de seriedad nuestra política exterior, pero que ya no funciona pues después de casi cien años de vida envejeció junto con el mundo que le tocó vivir.
Cuando se desintegró la Unión Soviética Francis Fukuyama, -catedrático norteamericano-, publicó “El fin de la historia y el último hombre”, donde auguraba el nacimiento de una paz duradera a partir del fin de los conflictos ideológicos que habían dividido al mundo en socialista y capitalista.
Sin embargo, en la misma época otro intelectual norteamericano, Samuel Huntington publicó “El choque de civilizaciones”, donde visualizaba una confrontación cultural donde chocaría el mundo islámico con el bloque occidental, lo cual ha estado sucediendo.
Frente a este mundo complejo mucho bien le haría a México si la presidenta Sheinbaum hiciera una alianza con los neoliberales Videgaray, Guajardo y todos aquellos que supieron mediar con el equipo de Trump. No hacerlo pude ser catastrófico.
Frente a este escenario catastrófico la soberbia cuatrotera debe guardarse en un cajón.
¿A usted qué le parece?