COLUMNISTAS

Inhumano embargo a Cuba

Decisión tomada en la guerra fría que terminó hace más de 30 años, Estados Unidos sigue en pie de guerra contra la ayuda humanitaria

Por Ángel Álvaro Peña

Estados Unidos consideró a Cuba como un terreno de su propiedad, porque aún con un gobierno que le era afín, como el del dictador Fulgencio Batista, el vecino el norte impuso su primer bloqueo a la isla, argumentando la venta clandestina de armas, durante el gobierno de Eisenhower, el 14 de marzo de 1958.

El segundo bloqueo contra la isla, que persiste hasta la fecha, se debió a la expropiación de empresas propiedad de estadounidenses en octubre de 1960, más de año y medio después del triunfo de la Revolución Cubana. En un principio se aplicó sólo a alimentos y medicinas, pero en febrero de 1962, se amplió a todo tipo de mercancías.

México fue el primer país en reconocer al gobierno de Fidel Castro después de la victoria y el primero, también, en rechazar el embargo, apegado a sus tradiciones de derechos internacional basados en la Doctrina Estada, de libre autodeterminación de los pueblos, que tiene como antecedente la máxima de Benito Juárez; “El respeto al derecho ajeno es la Paz”, que resume la política exterior de México.

El embargo es una acción ilegal, un delito internacional, al mantener una imposición de carácter extraterritorial, es decir, establece sanciones a terceros países que acojan a subsidiarias de empresas cubanas y a barcos que comercien con Cuba.

El embargo cumple en este mes 64 años, resulta lógico que un país al que se le aisla artificialmente de todo insumo no tenga carencias, éstas no son producto de un régimen político sino de la prisión internacional que se le impone desde uno de los países más poderosos del mundo.

Ante el aniversario de esta barbarie y el recuento de daños de los fenómenos naturales recientes, una caravana que recorrió Paseo de la Reforma, encabezada por el Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba y cubanos residentes en México, para rechazar el sábado 26 de octubre el bloqueo impuesto a la isla por Estados Unidos.

El embajador cubano en México, Marcos Rodríguez Costa, señaló: “Una gran caravana contra el bloqueo inunda las calles de la CDMX”.

Por su parte, el Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba difundió recientemente un pronunciamiento en el que señala que el bloqueo es la causa última de la crisis energética que ha dejado sin electricidad a la población cubana luego de que el domingo pasado la isla fue impactada por el huracán Oscar, que dejó siete muertos y cuantiosos daños materiales.

En días anteriores, desde Pekín, China pidió que Estados Unidos “levante el embargo y las sanciones contra Cuba”, después de que la isla caribeña ha sufrido una serie de apagones en los últimos días y las condiciones de la población se agravan ante los daños del huracán.

La Cancillería china Lin Jian declaró: “el embargo estadounidense contra Cuba ha causado un gran daño al desarrollo económico y social cubano y a la vida de su pueblo”.

La Presidenta de México habló sobre el tema: “Nosotros estamos en contra del bloqueo a Cuba”, y anunció que México apoya con asistencia técnica. Añadió que el bloqueo a la isla impuesto por Estados Unidos es un acto inhumano, injusto e injerencista en clara violación a la autonomía de los pueblos. “Es el pueblo cuando quien debe organizarse y quien debe decidir cuál es su forma de gobierno, no tiene por qué haber intervención”.

El embargo a Cuba se impuso en plena guerra fría, la cual parece todavía no superar Estados Unidos que vive en estado de alerta de un comunismo que el tiempo y las circunstancias disolvieron en el imparable recorrido de la historia; sin embargo, la política bélica del vecino del norte no se ha dado cuenta de que los tiempos cambian, y que los países que antes eran tan fuertes que podían denominarse imperios, ahora viven una decadencia irreversible.

Estados Unidos es el país más endeudado del mundo, su acreedor principal es China, pero, por si fuera poco, en un mes tendrá elecciones presidenciales, donde la influencia de cubanos en favor o en contra del régimen de la isla se expresa contra el embargo que atenta contra la población. Esto le representa al Partido Demócrata en el poder, una gran cantidad de votos que no podrá desdeñar y que ante la condición de empate técnico que se vive actualmente, anuncian comicios reñidos, se requiere de todos los votos.

México ha mantenido una postura firme y uniforme, con o sin guerra fría, respetando y haciendo respetar los principios de derecho internacional, a excepción del oscuro sexenio de un payaso que desdeñó la amistad del gobierno y del pueblo cubanos. Limitando la estancia de su Presidente en la Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo que se realizó en Monterrey, el 22 de marzo de 2002, cuando le advirtió el más ignorante de los presidentes que México haya tenido, Vicente Fox, “Comes y te vas”, frase que sirvió para exhibir mundialmente la comicidad de un personaje que nunca debió salir de la botella de coca cola.

México tiene preceptos que han sido reconocidos por todo el mundo en todos los tiempos; sin embargo, quienes desconocen la historia y carecen de vocación para cualquier actividad se pronuncian desde el establo del conservadurismo contra la historia y las libertades de un país que es ejemplo de grandeza.

El embargo Cuba es una acción inhumana que ha cobrado vidas y la salud de los cubanos, quienes han sido atacados por sus propios hermanos de Miami, financiados por el gobierno de Estados Unidos y la CIA, como sucedió durante la gestión de John F. Kennedy en el ataque Bahía de Cochinos y Playa Girón, donde los soldados cubanos capturaron a más de 1,200 invasores, pero, sobre todo, material bélico que le sirvió de mucho a la industria militar de la isla.

El 3 de noviembre, del año pasado, por trigésima vez, la Asamblea General de la ONU votó por amplia mayoría a favor de una resolución que condena el embargo comercial a Cuba. 185 países votaron a favor de la resolución, mientras Estados Unidos e Israel votaron en contra.

El embargo a Cuba se convierte ahora en un factor electoral, de tal suerte que quien prometa levantarlo en campaña y lo cumpla en el poder, podría tener el triunfo asegurado.