COLUMNISTAS

Medios, partidos mutantes

José García Sánchez

El sesgo informativo de la prensa convencional llega a extremos grotescos de total falta de respeto a su público, el cual parecería estar cómodamente instalado en el síndrome de Estocolmo, porque por mucho que los maltratan y les mientas ellos siguen siendo fieles a sus antiguos medios que huelen rancio.

Se trata del mismo medio que encarta el semanario católico de la CEM que da un impacto informativo diferente al contenido de las notas. Es decir, anuncia antes un producto que en el contenido de la nota no existe. Engaña al lector y, al mismo tiempo, acostumbrados a que hay quienes sólo leen los encabezados, imponen una idea falsa de la realidad.

Este medio anuncia en su nota principal: “Gobernadoras de 8 estados relegan programas de género”. Desde luego que cita a la mayoría de ellas pertenecientes a Morena, diciendo que hay negligencia y que a pesar de que ellas son mujeres gobernando sus respectivos estados, se carece de leyes actualizadas para otorgar igualdad y ser más severos con las sanciones cuando se atenta contra ellas.

Aseguran que están relegados los estados donde gobiernan mujeres y no hay leyes adecuadas para erradicar la violencia de género.

Es decir, el objetivo central del artículo es cuestionar la actuación de las gobernadoras de Morena, ya después de haber leído 70 por ciento de la nota se aclara que esta situación se debe a que en el Congreso local, de cada uno de esos estados, no se ha trabajado en el tema.

La nota da cuenta de una investigación que pareciera hablará de sandías y termina hablando de melones. Esta es la manera en que enseñan metodología en las universidades como ITAM y UAM, porque el objetivo de sus estudiantes es revisar avances en materia de género de las ocho entidades cuyos gobiernos son encabezados por mujeres, es decir, el Poder ejecutivo de la entidad, pero subrayan las deficiencias del Poder Legislativo del estado.

A menos que el sesgo informativo no se limite a cambiar de orden los párrafos del reportaje y también se tome atribuciones de modificar el método de investigación de las alumnas de estas universidades, lo cual no es nada difícil ni nuevo, tratándose del medio.

Este tipo de medios, convierten a sus reporteros en activistas y sus espacios son continuación de los partidos de oposición. Es decir, los medios son partidos y los reporteros son obligados a convertirse en militantes, lo cual habla de la vergonzosa situación de la información del país, que no es novedosa pero sí una falta de respeto a sus trabajadores y lectores.

Algo debe hacerse, desde su público, desde la sociedad, desde el gobierno. Pero qué mejor que ese cambio venga de los propios medios que equivocaron el camino en nombre del subsidio gubernamental.