COLUMNISTAS

Tragedia en África

 

Por Jessica Woolrich

Desafortunadamente en África no es poco común saber de ataques y crímenes terribles que sacuden no solo a sus naciones sino al mundo en general. Genocidios, ataques armados, secuestros y luchas entre tribus son situaciones que forman parte de una terrible realidad en un continente que no logra encontrar la paz y la estabilidad. Y hoy la ocurrido en una escuela de Uganda vuelve a manchar de rojo la historia de aquella región, ya que el pasado viernes 16, un grupo de hombres del grupo armado de las Fuerzas Democráticas Aliadas (FAD), presuntamente pertenecientes a ISIS, atacaron una escuela privada en la comunidad de Lhubiriha, situada en la frontera entre el Congo y Uganda, matando a 38 estudiantes, un guardia y dos miembros más de la comunidad, pero la cifra podría aumentar ya qué hay otras víctimas en estado crítico, lo que conmocionó al país entero que levantó la voz exigiendo a las autoridades la detención de los responsables, pero también el rescate de las estudiantes que también fueron secuestradas en el ataque, del cual aún no se sabe bien el número ya que algunos apuntan a que fueron 6 y otros 20, de las cuáles hasta el momento se desconoce por completo su paradero, ya que si bien el operativo para capturar a los delincuentes comenzó rápidamente, la realidad es que en un país donde la policía no cuenta con las herramientas y los delincuentes suelen cruzar naciones libremente, la captura aparenta ser algo complicado, sobre todo si se toma en cuenta que desde que las FAD se formaron a principios de los 90s, ni  Uganda, ni El Congo, han logrado erradicarlas, por lo que hasta hoy siguen siendo una organización terrorista que ha azotado a ambas naciones y llevado a cabo diversos crímenes atroces que muchas veces no han sido resueltos, por lo que la esperanza de que en ésta ocasión sea diferente es muy ligera, sin embargo los ciudadanos no están dispuestos a bajar la voz hasta que el gobierno de resultados.

 

 

Lo que es una realidad es que hasta el momento nadie sabe a ciencia cierta lo ocurrido, ni las cifras correctas, porque desde que se dio a conocer la noticia, la situación ha sido caótica y la información ha llegado a cuenta gotas y no de manera clara y precisa, por lo qué hay que estar atento a cómo van desarrollándose los hechos para así comprender la totalidad de los hechos, que si bien hoy no están completamente claros, la realidad es que es fácil comprender que como siempre ocurre en aquellas naciones, los crímenes están impulsados por la intolerancia y la incapacidad de aprender a convivir tanto distintas tribus, como distintas religiones y mientras esto no ocurra, este tipo de crímenes seguirán manchando la historia de África, una historia que parece no ha enseñado mucho, porque como bien dijo Napoleón Bonaparte: “Aquel que no conoce su historia, está condenado a repetirla”.