Delia y sus malas compañías

 

Por Luis Ramírez Baqueiro

 

 

“El mundo no está amenazado por las malas personas, sino por aquellos que permiten la maldad”

– Albert Einstein –

 

No habían pasado ni 24 horas de que el presidente de la Comisión de Vigilancia del Congreso Local, Rafael Fararoni Magaña, saliera a denunciar que el ex alcalde de San Andrés Tuxtla, Octavio Pérez Garay habría ejecutado obras de baja o pésima calidad para beneficiarse del recurso público, cuando la titular del Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) Delia González Cobos volvía a las andadas. 

Bien dice la canción aquella que popularizará el gran e inmortal del cine nacional Pedro Infante:

Si te vienen a contar

Cositas malas de mí

Manda a todos a volar

Y diles que yo no fui.

Solo que la señora González Cobos no tomó en cuenta, que la evidencia y rastro de sus acciones son la prueba fehaciente de sus acciones, pues es precisamente con los personajes que se reunió este jueves en el Palacio de Gobierno junto a un grupo importante de alcaldes, que camina el hilo conductor de toda esa red de corruptelas que han sido expuestas en su dependencia.

 

 

El Orfis desde su conformación, tenía como finalidad convertirse en garante del Congreso del Estado para vigilar el pleno desempeño de los entes fiscalizables a la hora de manejar el recurso público.

Al parecer, estos pseudo funcionarios transformadores, llegaron con las mañas de gobiernos anteriores y con la filosofía de por supuesto convertirse en apóstoles de la Cuarta Transformación, pero haciendo que ellos y familias pasarán de ser unos pobres ciudadanos a verdaderos millonarios en tiempos del tan ufano cambio.

Así que la misma auditora General, González Cobos publicó en sus redes sociales imágenes del citado encuentro disfrazado de supuesto intento por capacitar a los munícipes, en el que se sabe, la intención fue alinearlos para que no vayan a salir a informar que a ellos también desde el Palacio de Gobierno les contactaron para blanquearles las cuentas públicas municipales a cambio de una buena lana.

Y es que la presencia del Secretario de Gobierno, E. Patrocinio Cisneros Burgos, junto al director del Instituto Veracruzano de Desarrollo Municipal, Rafael Castillo Zugasti, confirma que las ambiciones de ese grupo son y siguen siendo sacarles a los alcaldes el recurso suficiente para terminar el sexenio y dejar de padecer penurias.

A Castillo Zugasti lo cubre una larga lista de antecedentes vinculantes con el gobierno de Javier Duarte, en donde desde la Secretaría de Finanzas, fuera el encargado junto a otro personaje de sacar en bolsas de basura y miles de millones de pesos desviados por instrucciones de sus jefes, a donde dicen, se acostumbró a meterle sus pellizcos al recurso. 

 

 

Sus contubernios con la ex coordinadora de Comunicación Social, Gina Domínguez Colío también son conocidos, así como los graves señalamientos por abusos sexuales a diversas féminas en cuanta dependencia tuvo presencia.

De su actual jefe, el secretario de Gobierno, Cisneros Burgos, no hay necesidad de decir más, señalado por la oposición de ser el responsable del acoso institucional a sus ediles, que llegó a cobrarle la vida a una alcaldesa en funciones como fue el caso de la alcaldesa de Jamapa, Florisel Ríos Delfín, como ella misma denunció antes de ser ultimada. Al parecer urge que el Congreso del Estado deberá citar a la misma Delia González Cobos, para que explique a detalle, dicho encuentro con estos pseudo funcionarios estatales, que continúan sin empacho haciendo de las suyas, en el que será la red de corrupción más grave del sexenio transformador de Cuitláhuac García Jiménez.

Esperemos por el bien de su gobierno, que el Ejecutivo Estatal comprenda que debe haber una limpia de pésimos funcionarios, que más tarde que temprano, dañarán la conclusión de su administración.

 

Al tiempo.

 

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