Veracruz, estado de presos políticos
Por Ángel Álvaro Peña
Los delitos fabricados en esta administración en Veracruz, para deshacerse de enemigos políticos, ya sea como advertencia o por venganza, comienzan a caerse uno por uno, ante la contundencia de la inocencia de quienes fueron señalados como asesinos, defraudadores, golpeadores, etc.
Desde el principio las acusaciones se apreciaban absurdas, sólo trataban de justificar las detenciones, las cuales se hicieron violentando los derechos elementales de las víctimas de las venganzas políticas.
Ahora, ante la contundencia de la verdad, las mentiras caen por su propio peso y una prueba es el hecho de que ya varios acusados de la prepotencia del gobierno de Veracruz, que recuerda los viejos tiempos del PRI que fabricaba delitos para deshacerse de los contrincantes o figuras públicas molestas que pudieran debilitar su artificial y efímero poderío.
Ahora, la ex diputada federal del PRD, Azucena Rodríguez, fue liberada gracias a un amparo que mostró que debía estar en libertad y que su delito fue inventado para sacarla de la jugada política.
Azucena fue detenida a los tres días de dejar el cargo, al parecer había creado mucho resentimiento en los altos mandos de la política estatal y nacional porque ella fue una de las más activas defensoras de la libertad del también perredista, Rogelio Franco Castán, otro de los presos políticos del actual régimen.
A Rogelio se le detuvo con una ley que acababa de aprobar el Congreso local de Veracruz, a pesar de que ya había sido derogada por la Suprema Corte de Justicia, años atrás, por considerarla atentatoria contra los derechos humanos de los mexicanos. Con todo y ese antecedente los diputados locales la regresaron de la muerte para aplicarla a pocas horas de haberla resucitado, contra Rogelio, es por ello que dicha ley se le llama Ley Franco, aunque para las autoridades represivas del estado era denominada como ultrajes a la autoridad.
Una vez encarcelado Rogelio Franco, por supuestamente romperle la camisola a un policía, cargo que se cae por sí mismo ante las evidencias, la entonces diputada del PRD, Azucena Rodríguez, acompañó a las hijas de Rogelio Franco en a las manifestaciones que exigían su libertad. Las hijas del ex dirigente estatal del PRD, fueron un factor determinante en este esfuerzo por demostrar la inocencia de su padre, acusado injustificadamente y sin pruebas de múltiples delitos que nunca fueron comprobados, y debe subrayarse que ninguno de esos cargos fue grave, por lo que debió llevar su proceso en libertad y bajo fianza; sin embargo, está preso en el penal de Amatlán desde marzo de 2021, donde lleva recluido más de año y medio sin sentencia.
Este lunes 3 de octubre la ex diputada federal del PRD, Azucena Rodríguez fue liberada luego de cumplir un año y un mes de encarcelamiento preventivo por el presunto delito de homicidio, contra su ex esposo Nicanor Martínez, ex candidato suplente a la Presidencia Municipal de Tihuatlán.
En su contra, se integraba una carpeta de investigación como autora intelectual de la muerte de Nicanor Badillo, con quién tuvo una hija, por lo que resulta poco lógico el hecho de que ella haya sido la autora de dicho homicidio, pero la fantasía de fiscales, y funcionarios públicos así lo determinaron sin evidencias ni lógica.
Se informó que la ex funcionaria está libre, gracias a un amparo y que su proceso lo continuará en libertad.
Las presiones contra el gobierno estatal son continuas y crecen en intensidad por lo que empiezan a ceder en su afán por encarcelar enemigos políticos. Esa presión social coloca a las más altas autoridades del Estado en un problema ante la imposibilidad de confesar que son instrucciones superiores, y deben ser cautelosos y discretos con esas órdenes que justas o injustas, deben obedecerse.
Es así como trabaja el gobernó de Cuitláhuac García, con actitudes sumisas, con personalidad timorata y superflua.
Así, como no va a sr el preferido del presidente si lo obedece en todo, hasta en lo más cruel y absurdo.
Porque Rogelio Franco Castán acompañó a Andrés Manuel López Obrador en el plantón que cerró Paseo de Reforma, caminó con él por más de 20 años, pero a la hora de unirse a su movimiento, a invitación expresa del ahora Presidente, reconoció su origen y su camino se debía al PRD y se quedaría en ese partido. Situación que no agradó al ahora presidente y tampoco olvidó el desaire.
Franco siguió su camino perredista, con disciplina y lealtad, aunque los líderes de ese partido sólo defendieron su causa mientras les convenía parecer en los medios, porque a la hora de luchar en serio y hacer una defensa jurídica y política honesta, prefirieron darle la diputación federal plurinominal al suplente de Franco Castán, quien era, casualmente, su abogado defensor y ahora Jesús Velázquez Flores, goza de los privilegios de un diputado federal, usurpando un espacio que no le corresponde, con la complicidad de su dirigentes estatales y nacionales. Ante esta traición, la entonces diputada, acompañó la lucha por la liberación de Franco, incluso frente a Palacio Nacional, exigió su libertad y denunció que se trataba de una acusación falsa y con significados políticos y no delincuenciales.
Fue por eso que a Azucena Rodríguez, la detuvieron al haber dejado el cargo de diputada tres días antes, inventando estar detrás del crimen contra su ex marido, Nicanor Martínez, quien fue candidato suplente a la alcaldía de Tihuatlán, Veracruz.
El dirigente del PRD en Veracruz, Sergio Cadena, aseguró que la detención de la exdiputada es un acto de revanchismo por parte del actual gobierno de Veracruz, del cual ha sido crítica, y a pesar de hacer esta denuncia y estar convencido de la intervención ilegal de las autoridades estatales, es común verlo convivir actualmente con las más altas autoridades del gobierno actual de la entidad.
Los encarcelamientos de líderes políticos, de partidos diferentes a Morena ya no tienen sustento, las acusaciones han caído por su propio peso y la legalidad en la entidad está en entredicho, pareciera que la orden de muy arriba consiste en liberar a todos menos a Rogelio Franco Castán.
PEGA Y CORRE
Uno de los alcaldes más apreciados por la población de la ciudad de México es el joven panista Santiago Taboada, quien acaba de dar a conocer sus intenciones para competir por la jefatura de gobierno de la capital en 2024. Taboada es titular de la alcaldía de Benito Juárez, electo por segunda vez y cuanta sólo con 36 años, lo que le augura un brillante futuro a estas nuevas generaciones de militantes de Acción Nacional.
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