Sequía extrema en Nuevo Laredo: río Bravo con nivel crítico de 27 cm de profundidad
La sequía extrema que azota a Nuevo Laredo ya impacta de forma directa en el suministro de agua potable, con el río Bravo registrando apenas 27 centímetros de profundidad, uno de los niveles más bajos en los últimos años. Esta disminución ha encendido las alertas en los organismos operadores de agua.
La Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa) reportó que las plantas potabilizadoras enfrentan serias dificultades para captar y procesar el líquido, afectando el servicio en diversas colonias. Aunque se han implementado ajustes técnicos, la situación está al límite, y el suministro se ha vuelto intermitente en zonas vulnerables.
Mientras tanto, autoridades estatales han reconocido que el problema rebasa la capacidad operativa local. La cuenca del río Bravo, compartida con Estados Unidos, ha sido señalada como una de las más presionadas por la falta de lluvias y el exceso de extracciones aguas arriba.
Expertos advierten que la crisis requiere un plan binacional de manejo urgente, pues la tendencia de escasez podría empeorar en los próximos meses. La región ya enfrenta restricciones agrícolas, baja presión en redes de agua y mayores riesgos sanitarios.
Ante el panorama crítico, organizaciones civiles han comenzado a organizar brigadas informativas sobre el ahorro del agua y han solicitado al Congreso local legislar en favor del uso responsable del recurso.